Manifestó que solo había acudido al colegio para tomarse unas fotografías como alumna
El hombre que ingresó a un colegio de niñas en Perú, vestido de colegiala, fue liberado dos días después de su detención. Las autoridades no encontraron evidencias sobre presuntos delitos que se le adjudicaba.
El caso se hizo mundialmente conocido porque la información preliminar aseguraba que se disfrazaba para grabar a las alumnas en el baño.
César Walter César Solís Calero, de 42 años, fue puesto en libertad por la Fiscalía de Violencia contra la Mujer de Huancayo, ciudad en donde fue detenido.
La policía lo capturó en flagrancia, gracias a la alerta de la subdirectora del colegio Santa Rosa de América. De acuerdo con las cámaras de seguridad, el hombre ingresó con el uniforme, la peluca, un gorro y la cabeza baja a las instalaciones del centro educativo.
Se abrió una investigación contra él. Allanaron su casa y, según medios locales, se habría encontrado otro uniforme escolar femenino.
Al ingreso a la institución policial se desató una trifulca, ya que un grupo de padres de familia intentó linchar.
Sin embargo, no se encontró ninguna evidencia o indicio de delitos sexuales contra menores.
La justicia de Perú dispone que la detención en flagrancia solo puede durar 48 horas y por ello salió en libertad. Pasó dos días en comisaría del distrito de El Tambo y durante su estadía, grupos de padres de familia protestaron en los exteriores del centro reclamando más seguridad y justicia.
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Se hace llamar “Thalia”
A Solís Calero, de 42 años, se le hizo un test psicológico. Este habría revelado que su comportamiento es el de un adolescente de 13 a 15 años, otra de las razones de su liberación.
El medio ‘Huanca York Times’ detalló que en redes sociales de hace llamar Thalía Solís y se identifica como mujer. En dos perfiles diferentes publicaba fotos y videos con apariencia de mujer.
De hecho, a la salida de un examen médico, Solís manifestó que solo había acudido al colegio para tomarse unas fotografías como alumna y publicarlas en su cuenta de TikTok.
«No tengo de qué arrepentirme, no hice nada. Solo quise tomarme una foto», dijo Solís según el medio local. En el teléfono decomisado se encontró fotografías suyas con el uniforme de otras instituciones educativas.
