La nueva ola de migrantes venezolanos que se devuelven a pie a Colombia se produce porque la pandemia y la crisis no deja esperanzas, ni para sobrevivir
Una nueva ola de migrantes venezolanos está regresando hacia Colombia. Son aquellos que retornaron, pero, al encontrar al país más arruinado que antes, decidieron irse nuevamente, pese a la pandemia.
Se trata de los nuevos caminantes. Venezolanos que regresan al vecino país a pie, según una nota de la agencia AFP.
Asfixiado por la cuarentena en Venezuela, Mikael decidió caminar, atraído por la reactivación de la economía colombiana.
“Nos dimos cuenta de que en Colombia ya levantaron la cuarentena y nos decidimos venir a trabajar“, dice Mikael Vizae. Abandonó su hogar en el estado Barinas, con la promesa de “recoger y sembrar cebollas” junto a su hermano en una finca.
Con más de 22.500 muertes y 700.000 contagios, Colombia entró desde el 1 de septiembre en una fase de reactivación de la mayoría de los sectores económicos.
En tanto, Venezuela, con 485 muertes y unos 60.000 casos según cifras oficiales, sigue en cuarentena desde marzo. Esta situación se mantendrá hasta que se consiga una “vacuna confiable”, según Nicolás Maduro.
El panorama impulsó a Mikael a recorrer a pie unos 300 kilómetros de carretera por zonas rurales del occidente. Con un pesado bolso roto y zuecos de plástico desgastados.
“Ya llevamos más de 14 horas caminando. Es fuerte porque nadie nos colabora en nada para comer“, explica este vendedor ambulante de 19 años.
Los aventones son esporádicos. Durante la pandemia se agudizó la escasez de gasolina, crónica en el interior de Venezuela, donde los conductores pueden esperar días en kilométricas filas para repostar.
Migrantes como Mikael se encaminan a engrosar la ola de migrantes venezolanos, provocado por una dura crisis económica. Desde finales de 2015 supera los 5 millones, según la ONU.
Lea también: CAOS: 46% de los hogares en Venezuela no goza del servicio de aseo urbano
Encerrado y sin esperanzas
Sintiéndose “encerrado” por el aislamiento, Javier Mendoza, un albañil de 53 años, decidió despedirse de sus tres hijos y partir de Guanare, rumbo a Colombia.
“Lo poquito que uno se gana por allá es para medio solventar la comidita“, narra este hombre. Tiene ampollas en los pies tras cuatro días caminando.
Sentado, Javier devora una sopa de verduras que le dio Lilian Cárdenas. Su vivienda, en el municipio Capacho Nuevo (estado Táchira, oeste) queda frente a una carretera principal.
“Ayer pasó un lote como de 20 personas (…), cuando puedo les doy algo“, confiesa esta educadora de 54 años.
Para frenar la expansión de virus, Colombia cerró su porosa frontera de 2.200 kilómetros con Venezuela en marzo. Sin relación diplomática desde 2019, ambos coordinan la atención sanitaria de migrantes a través de la Organización Panamericana de la Salud.
Jorge Carrillo, electricista de 29 años, no se desanima después de 600 kilómetros andados desde el estado Carabobo.
“Lo que nos dicen es que nos van a regresar para atrás (…), que no vamos a poder pasar para Colombia, pero nosotros tenemos fe“, afirma.
