El tirador habría dejado en Facebook mensaje detallados de los delitos que iba a cometer. La relación con su madre estaba fragmentada por el consumo de drogas
Salvador Ramos es un nombre que la opinión pública norteamericana no olvidará.
Así como Timothy McVeigh y Terry Nichols, quienes perpetraron el atentado a un edificio Federal en Oklahoma en 1995, donde murieron 168 personas o Charles Manson, quien habría erigido una secta con sus familiares, quienes asesinaban bajo su mandato en California en 1969, el nombre de este joven de apenas 18 años pasa a formar parte de esa lista negra de antisociales, que han causado un daño en la bien golpeada sociedad norteamericana.
Salvador Ramos pasa de ser un desconocido, un muchacho más del montón, a convertirse en el asesino de 19 niños y dos maestras en la que otrora fuese su escuela, donde sufrió de bullying debido a su tartamudez.
Nacido un 16 de mayo del 2004 y con apenas 18 años recién cumplidos, comete una de las masacres más impactante de los últimos años en la escuela de Uvalde, en Texas.
Desde pequeño el joven tuvo una relación tensa con su madre; una madre soltera consumidora de drogas, quien prácticamente abandona a su hijo.
Debido a las constantes discusiones y abandono del muchacho por parte de la madre drogadicta, la abuela decide llevarse al joven a vivir con ella a su casa, ubicada al otro lado de la ciudad.
Antes de mudarse con su abuela. El joven había conseguido algo de apoyo, según comentan medios norteamericanos. Se trata de Rubén Flores, un vecino de su hogar en la calle Hood de 41 años, quien junto a su esposa intentan ayudar al muchacho y mantenerlo en un seno familiar.
Flores comenta que varias veces la policía visitó el hogar de Ramos y las discusiones con su madre eran constantes.
Debido a esto, hace unos meses, el muchacho se va a vivir con su abuela. Comenta Flores que el pasado domingo fue la última vez que vio a la abuela de Ramos, cuando se dirigió a la casa en la calle Hood, que también era de su propiedad. En su momento dijo que iban a desalojar dicha casa.
La niñez de Salvador Ramos
El joven supuestamente era tartamudo. Esto era motivo de burla de los niños que estudiaban con él en la escuela primaria Robb, misma donde cometió los múltiples homicidios.
Un joven de la comunidad de nombre Santos Valdez, dice a los medios norteamericanos que conocía a Salvador Ramos. Asegura que fueron amigos durante algunos años en la escuela, hasta que el comportamiento del agresor comenzó con un proceso de deterioro.
Los videos juegos bélicos eran la preferencia de los muchachos, pero conforme avanzó el tiempo, el muchacho se convirtió en una persona sola, agresiva y con tendencia a causarse heridas.
Quería estar en los marines
Durante una de esas cortas amistades que pudo tener Ramos, le comentó a ese amigo que solamente quería alistarse en los Marines algún día “para poder matar gente”.
Una prima del victimario, quien prefirió mantenerse en el anonimato, dijo que de pequeños acudían a la misma escuela primaria Robb.
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Dice que eran constantes los abusos de otros niños hacia Salvador Ramos por su tartamudez. Otro dato que durante años enfureció a Salvador, es que debido a la situación económica de la familia, siempre vestía ropa vieja, lo que también utilizaban los niños para molestarlo.
Manifiesta la familiar que conforme avanzó el tiempo se hizo muy agresivo y a la defensa. Debido a esto, ella prefirió marcar una distancia.
Unos mensajes de advertencia
Vale recordar que antes de disparar en la primaria Robb, Salvador Ramos habría herido mortalmente a su abuela y luego habría chocado su camioneta, para después ir a disparar a la escuela.
Previamente, en redes sociales el muchacho publicó unos mensajes privados en donde explicaba todo lo que haría.
El gobernador de Texas, Greg Abbot, anunció este miércoles que el joven utilizó un fusil AR-15 que recién había comprado después de cumplir los 18 años el pasado 16 de mayo.
La autoridad regional indica que según los informes policiales, Salvador Ramos habría colgado el Facebook varios mensajes en donde decía que le iba a disparar a su abuela. Minutos después publicó otros mensajes, manifestando su intención de disparar en la escuela primaria.
Explica Abbot que el muchacho le efectúa un disparo en el rostro a la mujer. Él huye del lugar en su camioneta, mientras que la abuela se pone en contacto con la policía.
El tirador de la escuela primaria choca su camioneta en las cercanías de la primaria. Cuando desciende del vehículo logra ingresar a la escuela y escribe su trágica historia, que hoy mantiene en luto a toda Norteamérica.
Con información de Infobae, The Washington Post y Cnn en Español
Eso se pudo corregir solo con revisar en las escuelas todo lo que montan esos muchachos sobre armas