Autoridades de Israel condenaron las declaraciones del Ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, y las calificaron como “odiosas” y afirmaron que el uso del Holocausto como herramienta política debe terminar
“Creo que Hitler también tenía sangre judía”, afirmó ayer Serguei Lavrov, ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, durante una entrevista con Giuseppe Brindis, conductor del programa italiano Zona Bianca.
Lavrov fue cuestionado por la justificación de la invasión rusa en Ucrania, misma que ha afirmado busca la “desnazificación” del país ucraniano a pesar de los orígenes judíos del presidente Volodimyr Zelensky.
De acuerdo con la BBC, el canciller ruso respondió: “Y que si Zelensky es judío (…) el hecho no niega los elementos nazis en Ucrania”.
“Lo cierto es que nunca se encontró evidencia creíble que avalara la noción de la ascendencia judía de Hitler” dice la enciclopedia del Holocausto, disponible mediante el Museo del Holocausto de Washington.
La especulación respecto a los orígenes de Hitler permanecen vigentes en la cultura popular dado que el padre de Adolf Hitler, Alois, cambió en 1876 su apellido Schickelgruber, por Hitler, nombre de su padrastro.
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Ante las declaraciones de Lavrov, el Ministro de Exteriores israelí, Yair Lapid, declaró en sus redes sociales que “las palabras de Lavrov son imperdonables e indignantes, así como un terrible error histórico. Los judíos no se asesinaron a sí mismos durante el Holocausto. El nivel más bajo de racismo contra los judíos es acusar a los judíos de antisemitismo”.
Israel anunció que el embajador ruso en Israel ha sido convocado para aclaraciones.
El primer ministro de Israel, Naftali Bennett, ha recalcado que “el objetivo de estas mentiras es acusar a los judíos de los crímenes más terribles en la historia, cometidos contra ellos, lo que libera de responsabilidad a los opresores de Israel”.
“Como he dicho previamente, ninguna guerra actual es similar al Holocausto”, declaró en referencia a sus críticas en el pasado a las comparativas de Zelenski entre el conflicto y el Holocausto. “El uso del Holocausto del pueblo judío como una herramienta política debe terminar”.
