Desde la ONU exigen la libertad inmediata de nuestro hermano y periodista, Roland Carreño, así como lo hemos exigido desde el Gobierno Encargado; sin embargo, la dictadura insiste en tenerlo secuestrado por dos simples razones: mantenerlo como el rostro de la homofobia y la intimación a la prensa.
La persecución, detención forzada e interrogatorio inconstitucional al que fue sometido formó parte de un patrón sistemático articulado para atacar a quienes defendemos la libertad y la democracia en Venezuela y para generar zozobra en los venezolanos.
Han pasado más de 140 días desde que Roland Carreño fue interceptado por un vehículo mientras se estaba trasladando en el suyo hacia su casa, desde que se lo llevaron sin ninguna orden de detención, sin ningún fiscal presente y allanaron su residencia para sembrar armas y dinero con el objetivo de inculparlo de estos delitos.
Nuestro hermano fue acusado ilegalmente y fue víctima de una detención forzada, las cuales son cada vez más recurrentes por órdenes directas de Maduro para intentar callar las voces de quienes enfrentan la crisis y la miseria generada por ellos mismos.
De acuerdo con su abogado defensor, Joel García, el periodista también fue víctima de manipulación de pruebas, creación de expedientes penales y las violaciones al debido proceso por parte de los cómplices del dictador.
Acusaron a nuestro hermano de terrorismo y posesión de armas, aún cuando todos sabemos – incluyendo a la comunidad internacional- que aquí los únicos que fomentan el terrorismo están en Miraflores, así como también son ellos los que negocian armas por protección entre delincuentes.
Esta violación a los derechos humanos es una prueba más de lo que recoge el informe de Determinación de Hechos de la Organización de las Naciones Unidas y los de la Alta Comisionada de Derechos Humanos para la ONU, Michelle Bachelet, allí resaltan los casos de miles de venezolanos que han luchado por el país y que por ello fueron perseguidos, encarcelados, torturados y hasta asesinados por los verdugos del dictador, cometiendo así, crímenes de lesa humanidad.
La homofobia como arma para acabar con su carrera:
Como si encerrar a un inocente fuera poco, el psiquiatra de la dictadura, Jorge Rodríguez, fue el responsable de la rueda de prensa que sirvió para descalificar a nuestro hermano acusándolo por su orientación sexual, con toda la intención de humillarlo ante sus colegas, sus compañeros de partido y el país entero.
El psiquiatra, cómplice de los crímenes de lesa humanidad de la dictadura, también reveló conversaciones privadas del periodista y hasta lo acusó de articular una “red de prostitución masculina” para desacreditarlo públicamente.
En pocas palabras, no solo falsificaron expedientes y compraron conciencias para encerrarlo en los calabozos hacinados del dictador, sino que hasta lo obligaron a hacer una confesión sin su abogado y manipularon su celular para tergiversar sus conversaciones.
Así actúan las dictaduras, atacan, falsifican y encierran a quienes defiendan la libertad y los derechos de todo un país. Una muestra más de la ilegalidad del caso de Roland Carreño se centra en que, hasta el momento, no hay fecha fijada para su audiencia preliminar, a pesar de haber transcurrido el plazo establecido por la ley y que sus abogados introdujeran el recurso hace más de cuatro meses.
La intención del régimen de Maduro es seguir insistiendo en la persecución en contra de los medios de comunicación y periodistas para perpetuar la censura en Venezuela; sin embargo, esta situación cada vez está siendo más abordada y denunciada por las organizaciones más importantes del mundo para tomar acciones en contra de Nicolás y de su cúpula corrupta, así como también para proteger a nuestros comunicadores.
El juego de la dictadura siempre ha sido el mismo, desinformar para desmotivar y desmotivar para someter, aquí los únicos que están solos son ellos y lo saben, no hay país democrático que los apoye y quiénes insisten en hacerlo también serán sancionados por el mundo
Una buena forma de vencer la censura es generando contacto directo con la gente, informar a nuestros vecinos, amigos y familiares sobre las sanciones, los recorridos, los avances sobre las vacunas por parte del Gobierno Encargado, así como también sobre la creación del Plan Madre María de San José para garantizar la entrada de la ayuda humanitaria y garantizar la vida de los venezolanos.
Los presos políticos de nuestro país están encerrados por exigir los derechos de todos y, aún siendo víctimas de tratos crueles e inhumanos, sigue firmes en nuestra lucha. Como venezolanos también es nuestro deber mantenernos de pie por ellos y por el futuro que todos queremos para Venezuela.