El Observatorio de Educación de la ONG FundaRedes produjo un informe que desnuda la situación de las escuelas y de los docentes. Estas son razones para que el regreso a clases sea rechazado
“El inicio del año escolar 2021-2022 representa un riesgo sanitario”. Esta es la conclusión del Observatorio de Educación de la ONG FundaRedes, a propósito de la orden impartida por Nicolás Maduro para el regreso a las aulas de manera presencial.
En un informe de la ONG se afirma que “no están las condiciones ni las garantías de bioseguridad necesarias para poder impartir clases a los estudiantes”.
Según la organización, “los padres y representantes tienen temor de enviar a sus hijos a los centros de educación”. Esto, porque “aún el Estado no ha presentado oficialmente la organización, planificación y medidas sanitarias para el inicio del año escolar”.
Para el observatorio, “se vulnera el derecho fundamental a una educación de calidad en Venezuela, al no garantizar las condiciones de salubridad necesarias”.
Tras una inspección en varios centros educativos, la ONG señala que “las instituciones están en situación precaria. Están totalmente deterioradas y sin servicios básicos para su funcionamiento”.
Resalta que “las escuelas sin servicio de agua potable en Venezuela pueden generar la transmisión de enfermedades respiratorias y gastrointestinales. Este es uno de las deficiencias que la mayoría de instituciones educativas presenta”.
El observatorio asevera que “la lista de carencias es extensa en las escuelas y liceos. Agua, luz, transporte y servicios deficientes afectan el reinicio del año escolar 2021-2022”, insiste.
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Salarios de hambre
Otro elemento que incide en la falta de condiciones, tiene que ver con los maestros. “Sus bajos salarios no pueden cubrir sus necesidades básicas. Si las condiciones sanitarias no están dadas para reabrir las aulas, la situación salarial de los profesores tampoco”.
Por ello, recuerda que “gremios de maestros, administrativos y obreros anunciaron que este año sus remuneraciones no les permiten retomar las labores. Los maestros y profesores venezolanos han denunciado la situación del sistema educativo y la incapacidad del Estado para generar condiciones laborales óptimas. Tampoco buenas políticas públicas y condiciones eficientes para el regreso a clases”, destaca.
Por otro lado, el informe resalta que “existen factores que condicionan el regreso a clases presenciales: bajos salarios, vacunación, medidas de bioseguridad. A lo que se une la falta de maestros, deficiencia en la alimentación de los niños y la infraestructura escolar. Todo, sumado a problemas que el Estado venezolano no atiende”.
Asimismo, rechazan que los ministerios de Salud y Educación anunciaron jornadas de vacunación contra la COVID-19, para los niños y adolescentes para este inicio de clases. “Pero estas dosis no están certificadas y autorizadas por la OMS”.
Recuerda la ONG que “más de 75% de los docentes en Venezuela manifiestan un no rotundo al inicio de actividades escolares”. Precisamente por las razones expuestas anteriormente.
En consecuencia, denuncia que “el Estado venezolano no cumple con el artículo 91 de la Constitución, ya que los docentes venezolanos no pueden cubrir las necesidades básicas del hogar. Mucho menos tener una alimentación balanceada y nutritiva para sus hijos y demás familiares”.
Además, “los docentes no cuentan con HCM. El Estado no posee un plan de atención primaria y asistencial que permita su efectiva recuperación y atención ante el posible contagio de coronavirus”.
