Las conversaciones que se desarrollan en México, dan paso a que Estados Unidos evalúe sus políticas hacia Venezuela
La administración estadounidense de Joe Biden, se ha mostrado complacido ante la nueva mesa de negociación que se instaló en México, entre la administración de Nicolás Maduro y la oposición, que tienen a Noruega como mediador.
Sin embargo, plantea que la única opción de retirar las sanciones contra la administración de Maduro.
Dependiendo si llegan a acuerdos que beneficien a los venezolanos.
Estas sanciones, aplicadas desde 2015, hasta este año, alcanzan a Maduro, sus funcionarios y entidades de Pdvsa.
Hay que recordar que estas medidas también fueron aplicadas por Canadá y Unión Europea.
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Sin embargo, esto podría cambiar, dependiendo de los resultados de la negociación que comenzó el 13 de agosto.
Algunos analistas tienen una percepción diferente, y observan una mayor cercanía e incluso disposición a alguna concesión de parte de Estados Unidos.
Nuevo gobierno de EE.UU.
Diego Arrea, director asociado del centro de estudio Atlantic Council para el caso de Venezuela, dijo a Efe que aunque Washington ha mantenido intacta su política hacia Venezuela, sí se ha dado un cambio en la percepción sobre el inquilino de la Casa Blanca.
Biden es visto por la Administración de Maduro como «un actor confiable”.
Que tiene un interés de buscar alguna solución y de poder negociar y llegar a acuerdos», subrayó.
Esta opinión es compartida por la politóloga María Isabel Puerta, para quien el nuevo gobierno en Estados Unidos no tiene «ninguna coincidencia» con la Administración de Trump.
Donald Trump fue muy tajante en su discurso sobre la situación de Venezuela.
Siempre dijo tener «todas las opciones» sobre la mesa, incluida la militar.
Ambos expertos anticiparon, sin embargo, el escaso margen de maniobra político de Biden en el tema de las sanciones cuando se avecinan las elecciones de medio término en Estados Unidos (en noviembre 2022).
Sanciones a Cuba
En las que los demócratas -el partido del gobernante- se juegan la mayoría en el Congreso.
De cara a esos comicios, el estado de Florida -que alberga una importante comunidad de venezolanos y cubanos- puede terminar influyendo en las decisiones del presidente estadounidense sobre Venezuela e incluso Cuba.
Para Puerta, la crisis en Cuba -un aliado histórico de Maduro- y su impacto en Miami ha cerrado en la práctica cualquier posibilidad de flexibilización hacia Venezuela.
Especialmente después de las protestas inéditas que tuvieron lugar en la isla el 11 de julio.
Esto llevó a Biden a sancionar a funcionarios e instituciones en La Habana.
Diálogo en México
Ante el diálogo en México, el director para Venezuela de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), Geoff Ramsey, dijo ver a una oposición que llega «desgastada, dividida y reprimida».
Por su parte, la administración de Maduro se presenta en lo que Ramsey consideró «su punto más fuerte en los últimos años».
Aunque ello no implique un escenario más favorable para Venezuela, dado el peso de las sanciones.
Así como la posibilidad de que se abra una investigación en la Corte Penal Internacional (CPI) por presuntos crímenes de lesa humanidad.
Este proceso puede alcanzar a «autoridades civiles, miembros de las fuerzas armadas e individuos progobierno» en ese país.
De ahí que gane terreno entre los expertos la idea de que los contactos inaugurados el viernes con México como anfitrión puedan dar lugar a acuerdos «parciales y graduales».
Y así permitan avanzar en un futuro hacia un pacto integral.
