“Irrespetan al TSJ, en la persona de su presidente, Maikel Moreno, mediante falsas acusaciones y la oferta de recompensas al estilo de los cowboys del salvaje y lejano oeste”, reza el comunicado del régimen de Nicolás Maduro
El régimen de Nicolás Maduro rechazó las acciones emprendidas por el gobierno de los Estados Unidos contra el presidente del TSJ ilegítimo, Maikel Moreno, y las califica de acciones “ilegales y coercitivas”
“Irrespetan al Tribunal Supremo de Justicia, en la persona de su presidente, Maikel Moreno, mediante falsas acusaciones y la oferta de recompensas al estilo de los cowboys del salvaje y lejano oeste”, reza textualmente el comunicado publicado por el canciller de Maduro, Jorge Arreaza, en la red social Twitter.
Además, denuncia “la persecución obsesiva de la élite gobernante estadounidense contra el gobierno y el pueblo venezolano, fabricada sobre falsas premisas”.
“El Estado venezolano hará respetar las leyes nacionales e internacionales. Esta nueva acción de agresión será sumada al expediente contra funcionarios estadounidenses que Venezuela ha elevado ante la Corte Penal Internacional”.
La tarde del martes, el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, anunció una recompensa de 5 millones de dólares por Maikel Moreno.
Según el documento que envió por sus redes, la intención es obtener información que lleve a su arresto y al enjuiciamiento. Moreno, hombre de confianza de Nicolás Maduro, ya había sido sancionado por el Departamento del Tesoro.
Moreno contestó a las acusaciones de Pompeo, asegurando que “no es la primera vez que pretenden atacarme los voceros del imperio norteamericano, en sus intentos torpes, desesperados, llenos de manipulaciones y mentiras, mediante los cuales buscan subvertir la institucionalidad democrática y la paz en Venezuela”.
Algunos voceros del Gobierno de Estado Unidos aseguran que Moreno, coqueteó con la posibilidad de alejarse del oficialismo el 30 de abril de 2019.
Ese día, Juan Guaidó, presidente encargado de Venezuela, protagonizó un efímero levantamiento con un grupo de militares que desembocó en manifestaciones. Pero no derrocó a Maduro.
