Gustavo Petro y Rodolfo Hernández tienen muchas cosas a las que ponerle orden en Colombia, pero una de las más importantes es reconstruir las relaciones con Venezuela, para ello hay que regresar a la institucionalidad y eso pasa por reconocer a Nicolás Maduro como presidente ¿Qué sucederá?
Las horas de Nicolás Maduro en Venezuela no están contadas como pensaban algunos. Gustavo Petro y Rodolfo Hernández, candidatos a la presidencia de Colombia, tienen un reto sumamente difícil: ¿Cómo reconstruir las relaciones entre ambos países y regresar a la institucionalidad?
El próximo presidente de Colombia recibirá del Gobierno de Iván Duque una relación “prácticamente inexistente” con Venezuela, aun cuando varios sectores aplaudieron la política de solidaridad migratoria de la actual administración.
Sin embargo, los retos para Petro y Hernández en el tema Venezuela – Colombia son mucho mayores que la simple solidaridad, entre ellos está la seguridad, las relaciones políticas, diplomáticas y la situación migratoria y comercial, según consideran analistas.
La institucionalidad, el primer paso
En exclusiva para Impacto Venezuela conversamos con Daniel Varnagy, doctor en Ciencias Políticas de la Universidad Simón Bolivar, quien es de la tesis que cualquiera de los candidatos que gane en la segunda vuelta a realizarse el 19 de junio, “ineludiblemente debe buscar una mejora en las relaciones con Venezuela, independientemente del esquema ideológico que prevalezca”.
“Son dos países hermanos y definitivamente con el tiempo se han ido difuminando las fronteras reales, pragmáticas y cotidianas”, destaca.
Según el investigador y vocero del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, Ronal Rodríguez, ambos candidatos tienen la oportunidad de replantearse esa relación y lo principal es “llevarlas a un nivel institucional”.
“Hay que sacarlas del debate político y convertirlas nuevamente en una relación institucional”.
Esa institucionalidad pasa por reconocer que el poder real en Venezuela es Nicolás Maduro y al próximo gobierno en Colombia le corresponderá recuperar todas las comisiones de frontera, vicepresidenciales y toda una institucionalidad que existía.
El analista político Johel Orta Moro coincide con Varnagy y Rodríguez porque hay miles de colombos-venezolanos que viven en esa extensa zona que “se verían inmediatamente beneficiados” y también “los migrantes venezolanos que están por encima de los 1.200.000, tendrían atención consular”.
Pero lo más importante para Orta es que se reactive el comercio que ha sido el elemento –coinciden los analistas- que ha generado mayor controversia entre el gobierno de Iván Duque y el de Nicolás Maduro.
No hay salida sino coordinar
Rodríguez considera que es imposible ya sea que gane Petro o Hernández abstenerse de tener contacto con Venezuela.
“Son 2.219 kilómetros que, ante la falta de coordinación de los dos estados, ha permitido la proliferación de grupos al margen de la ley, que han hecho no solamente del contrabando y del narcotráfico sus medios de consecución de recursos, sino que el tráfico de migrantes, la trata de personas, son mercados que han incluido dentro de su portafolio, permitiéndoles acceder a una serie de recursos que los ha fortalecido y que es de interés mutuo para el Estado colombiano y para el Estado venezolano”, explicó el analista a VOA.
Pero todos coinciden en que ninguno de los candidatos tiene un plan de acción claro.
Petro aseguró en su campaña que buscará restablecer esas relaciones diplomáticas con el Gobierno de Nicolás Maduro y también “mantener un diálogo que favorezca a la ciudadanía”.
Hernández habla de abrir los consulados colombianos en Venezuela y allí cometió un “gazapo”, porque, asegura Rodríguez, “en los consulados venezolanos en Colombia, él no tiene injerencia”.
Miedo a la izquierda o salto al vacío
Pese a la alta votación que obtuvo Gustavo Petro del Pacto Histórico que alcanzó los 8.499.017 sufragios, es decir 40,31 %, ganando la primera vuelta, y el ex alcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández, quien ocupó el segundo lugar con 5.945.692 votos (28,2%)”, las cosas no están muy claras para el 19 de junio.
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Todos los expertos coinciden que pese a que la cultura política del colombiano que está medida desde hace muchas décadas, la preminencia ideológica no es de izquierda. Sin embargo, es evidente que el ciudadano pide a gritos un cambio.
“Las desilusiones políticas y el ejercicio de la democracia en el continente latinoamericano está causando estragos en la democracia”, dice Varnagy.
Por su parte, Orta dijo a Impacto Venezuela que “lo que está ocurriendo en estos momentos en Latinoamérica es que la gente se cansó, los pueblos se cansan y las sociedades no se suicidan y van buscando la alternancia para vivir mejor. Eso está pasando en Colombia”.
Varnagy dice que lo que ha demostrado la historia es que “hay un péndulo entre izquierda y derecha cuando las tendencias ideológicas no logran resolver los problemas cotidianos de la población”.
“Los fracasos de la izquierda llevan a los países a preferir sistemas liberales de derecha, mientras que los fracasos de centro derecha para satisfacer las necesidades de la población llevan a buscar alternativas a la izquierda”
Ambos autoritarios
Juanita León, directora y fundadora de La Silla Vacía, un portal informativo sobre política colombiana, dice que ambos candidatos han sido acusados por sus críticos de tener un estilo autoritario.
“Creo que los colombianos de verdad querían patear el tablero. Y ambos son bastante autoritarios, son muy irrespetuosos de la prensa, de los otros poderes… En sus defectos se parecen mucho”, declaró en entrevista a la BBC.
Según los medios en Colombia, hasta la primera vuelta el temor lo generaba Petro, pero en la segunda vuelta el tema es quién de los dos “es menos un salto al vacío”, según León.
Johel Orta es de la tesis que más que un viraje a la izquierda, Colombia se va hacia el centro derecha.
Para Daniel Varnagy “lamentablemente en general la clase política de la segunda mitad del siglo XX en adelante y del siglo XXI es de muy dudosa eficacia”.