Impulsada por su difícil infancia, Veruzhka Ramírez no quiere que los niños pasen con eso
La historia de Veruzhka Ramírez la compararon siempre con el de la Cenicienta. Aunque, en su caso, alcanzó el palacio por las pasarelas y por esfuerzo propio. Pero su historia de vida, lejos de ser un impedimento, se convirtió en su inspiración.
Nacida hace 43 años en el estado Táchira, su infancia no distó del de muchos. Su madre, de origen humilde, nunca tuvo apoyo ni soporte de su padre, un acomodado hacendado; quien nunca reconoció a Veruzhka como hija ni mucho menos criarla.
Y su madre, un día, tomó a su hermano Bruno y se fue de viaje con la promesa de volver. Promesa que no se cumplió y la niña quedó a merced de la buena voluntad de los vecinos. Una de ellas, la tuvo a su cargo durante muchos años hasta que no pudo tenerla más.
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Otra vecina la llevó a su casa y Ramírez se convirtió en la nana de su bebé recién nacido; además de ayudarla en los oficios del hogar. Un grupo de amigos, al ver su belleza la impulsaron para que entrara al concurso de la Reina de San Sebastián. Fue, pero no ganó.
Sin embargo, ella no contaba con que Osmel Sousa había tenido ocasión de verla y le puso el ojo. Pidió verla en su oficina de Caracas para el concurso Miss Venezuela 1997. Veruzhka Ramírez se vino a la capital con unos amigos, quienes le consiguieron desde el dinero del pasaje; hasta los tacones en los que se subiría para su cita con el Zar.
Y no se equivocó. No solo ganó el título de la mujer más bella del país; sino que casi se corona en Honolulu como Miss Universo 1998, donde perdió la corona por menos de medido punto. Durante el tiempo que duró su preparación para la noche tan linda, Veruzhka le sacó provecho a sus dotes como doméstica y comenzó a planchar, secar el cabello y arreglar las cosas de otras concursantes. Y por ello cobraba. De ahí, más su difícil infancia, se ganó el mote de Cenicienta.
A su regreso probó suerte en la televisión, pero el modelaje le ganó la carrera. Se instaló unos años en Europa, moviéndose principalmente entre Italia y España. En Madrid, fue llamada para el reality La selva de los famosos, lo cual le dio mayor notoriedad.
El cambio de vida
Ya de vuelta a Venezuela, sin dejar de trabajar como modelo tanto dentro como fuera del país: Veruzhka Ramírez decidió formar un hogar con el empresario Oscar Faría. En su momento, fue señalada por los supuestos nexos de su esposo con el gobierno. En 2014, nació su, hasta ahora, única hija, Sofia Alexandra Faria Ramírez.
La niña nació con el párpado hundido (ptosi palpebral) por lo que desde que la mostró en sus redes sociales la pequeñita fue víctima de bullying. Esta realidad, más la propia, hizo que
Veruzhka Ramírez inició una cruzada; no solo en defensa por el respeto de su hija, sino de todos los niños víctimas de bullying. Inició la campaña #LosNiñosseRespetan, en la cual su hija no solo es inspiración, sino protagonista.
Actualmente, vive en Miami junto con su esposo e hija desde hace seis años. Se dedica como coach en comportamiento infantil; alternativas anti bullying; además de formarse en áreas de aprendizaje.
