La cantante supo desde pequeña que la música era lo suyo. “La muñequita que canta” se convirtió en ícono de una generación; pero también de una tradición
La bautizaron Nancy del Valle porque nació un 8 de septiembre. Por eso es tan devota de la llamada Patrona de Oriente. La vena artística la heredó de su madre, María Auxiliadora, quien tenía mucho talento para componer. Pequeña aprendió a tocar cuatro y a cantar. Nancy Ramos nunca quiso hacer otra cosa; sino ser artista.
La cantante inició su carrera a los 17 años en El club del clan, un popular programa de concursos que existía en la televisión venezolana. Los hermanos José Hernández y Richard Herd eran los productores y animadores de ese espacio; donde se le daba la oportunidad a nuevos talentos. Aquellos que obtuvieran el premio se quedaban como plantilla del mismo.
Y Nancy Ramos lo logró. Y lo hizo junto con otra gran figura de la historia de la música reciente venezolana, Trino Mora. Estuvieron juntos por varios años en el programa de la entonces Cadena Venezolana de Televisión (hoy VTV); hasta que Renny Ottolina la llamó para su programa en Radio Caracas Televisión.
Ahí comenzó a consolidarse la carrera de la cantante. Estuvo de la mano de Renny incluso cuando él se mudó de canal antes de lanzarse por la carrera presidencial. Fue justamente el llamado “Animador número 1 de la televisión venezolana” quien le dio el apodo que, aún, hoy la acompaña; “La muñequita que canta”; en alusión a su rostro, su estatura, 1.52 metros, a su sempiterno cabello platinado.
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La bambola, una versión de la italiana de Patty Bravo, fue su primer éxito. La letra fue adaptada al español, precisamente, por su madre. Al igual que lo hizo para otro hit, Mamá no llores más.
Nancy, la tradición
Pero esas no fueron las únicas letras que su madre le ayudó a trabajar y que Nancy Ramos pegó. El éxito de 1973, Ese mar es mío, el mismo que viene, viene y se va también fue trabajado en equipo.
Ramos fue en su intérprete una cantante versátil. Podía cantar desde baladas hasta temas con toques latinos, como el éxito de los 80 A Mover la colita o canciones navideñas. De hecho, por sus discos de Navidad es que, aún se le recuerda.
El primero de ellos lo grabó a mediados de los 70, Nancy Ramos le canta a la Navidad. A partir de ahí, si bien podía grabar más de un disco al año, el de fin de año no faltaba. Bien sea con villancicos tradicionales, inéditos y hasta gaitas, en un momento. En total grabó durante 12 navidades éxitos que pasaron a formar parte de las tradiciones de fin de año en Venezuela.
En la discografía de la cantante también hay cinco de música venezolana y más de 20 entre pop, rock y guiños latinos. De hecho el último lo hizo con el bachatero dominicano Víctor Víctor; autor del célebre tema Mesita de noche y fallecido el año pasado por coranavirus.
Tranquila y sin mucho escándalo
Su vida personal, aunque agitada, no fue objetivo de la prensa. Nancy Ramos se casó con el productor y también músico Hellis Jesús Navarro Peña, “Chuto” Navarro con quien tuvo a su única hija, María Alejandra.
Divorciada de él, la cantante inició una relación con Claudio Morillo, hermano mayor de “La Morillera”, la extensa familia de Lila Morillo. Con el grupo de gaitas de la familia grabó varios temas.
Actualmente, Nancy Ramos está residenciada en Guijón, en España junto a su hija, su yerno y su nieta. Mantiene intactas sus cualidades vocales y la imagen de “La muñequita que canta” que tanto su público recuerda.
