Catherine Fulop participó en el Miss Venezuela, triunfó como actriz y tiene más de dos décadas con una familia estable
El mechón de cabello amarillo, que batía de un lado para el otro de la pasarela la distinguió. Tenía 21 años cuando desfilaba con la sonrisa que la ha acompañado y que la ha convertido en una de las favoritas del Miss Venezuela 1986. Catherine Fulop comenzó, esa noche, a escribir su historia profesional.
La edición del Miss Venezuela 1986 está considerada como una de las mejores en la historia del certamen. Casi todas las participantes han dejado su estela después de la llamada la noche más linda del año en este país. Y Fulop no podía ser la excepción.
Fue al concurso Miss América Latina y, aunque no ganó, tampoco pasó inadvertida.
De la pasarela a la pantalla
No pasó mucho tiempo para que la joven Cathy debutara como actriz en la telenovela Rebeca, en Radio Caracas Televisión. Mi amada Beatriz y La muchacha del circo, dos versiones de historias originales de Delia Fiallo, la comenzaron a pulir.
Pero su golpe de suerte le llegó cuando la dieron el chance de protagonizar Abigaíl, junto a Fernando Carrillo. El éxito de la telenovela no se hizo esperar. La pareja Fulop-Carrillo sacó adelante un proyecto, prácticamente, de la nada, pues un percance de última hora hizo que tuvieran que grabar los primeros capítulos un fin de semana, porque el lunes era el estreno.
Esto pulió a Catherine Fulop a tal punto que aún el público la recuerda por el papel de Abigaíl. También en esa historia comenzó a escribirse la de amor que la llevaría, dos años después, al altar con Carrillo. Una jugada de miles de dólares hizo que más tarde, llegaran a Venevisión, donde juntos hicieron Pasionaria y ella grabó Mundo de fieras, con Jean Carlo Simancas.
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En 1990, se casaron. Cuatro años duró el matrimonio, el cual se convirtió en una máquina de facturación. El padre de él era el mánager de la pareja y logró colocarlos en mercados donde Abigaíl había tenido éxito, como Italia y España.
Sin embargo, ella acaparaba la atención de los productores más que él. De hecho, gracias a Catherine Fullop, vivieron dos años en Madrid, porque ella fue integrada a un exitoso late night de TVE, Viéndonos, junto a los comediantes Martes y 13.
Sin embargo, el matrimonio no duró. En 1994 terminó la historia de amor mientras ella se encontraba en Argentina haciendo la telenovela Déjate querer. Ahí concluyó la de Carrillo, pero comenzó otra…
Para ese momento, Catherine Fulop solo venía a Venezuela a visitar a su familia. Su carrera profesional la hizo, básicamente, en la televisión argentina, donde ha hecho desde actuar hasta bailar, pasando por animación, panelista y todo lo que se pueda hacer delante de una cámara.
Y cuando se dice todo, es todo. Por seis años, por ejemplo, tuvo un programa diario de ejercicios en la cadena Fox, hecho en la capital argentina, Catherine 100 %, que le ha permitido conservar la misma curvilínea figura que lució cuando desfilaba por las pasarelas del Miss Venezuela.
Su belleza, junto con su simpatía, la han hecho brillar y estar siempre en la lista cuando un proyecto nuevo se requiere en los medios argentinos. De hecho, actualmente va como invitada a algunos sets de televisión, pero no pierde el contacto con su gente, pues a diario conduce el programa radial El club del Moro, uno de los de mayor sintonía de las mañanas en ese país.
Y entonces le llegó el amor a Catherine Fulop
Como se dijo unas líneas más arriba, para el momento en que Catherine Fulop y Fernando Carrillo se separaron, ella se encontraba en Argentina haciendo una telenovela. Se le ligó con Carlos Mata, quien estaba en la misma producción. Pero realmente el corazón de la exreina de belleza pertenecía a otro.
Osvaldo Sabatini trabajaba como productor en Telefé, canal que la tenía contratada. Su apellido sonoro se lo debía al éxito como tenista que tuvo su hermana, Gabriela, quien logró títulos internacionales y mucha fama.
Fulop contó a Infobae en ocasión de un aniversario, que cuando lo vio por los pasillos, le dijo a una de sus compañeras de reparto: “¡Ay qué tipo! Desde el primer día dije que quería tener hijos con ese hombre”. Y tuvo dos. Oriana y Tiziana.
Se casaron en 1998 en Buenos Aires en medio de algunos señalamientos, por cuanto pocos creían que les duraría la unión. Aún hoy no solo están juntos, sino que no tienen problemas en demostrarse su amor constantemente en las redes sociales.
Su hija mayor, Oriana, actualmente de 24 años, es cantante. Debido a la pandemia del coronavirus ha hecho una pausa en sus obligaciones, además de acompañar a su novio, el futbolista de la Juventus de Italia, Paulo Dybala, en la temporada.
Curiosamente, la pareja se contagió con el virus del COVID-19 en Turín, en plena crisis por la enfermedad que se vivió en Italia.
Tiziana, la menor, sin embargo, ha pasado toda la cuarentena en casa con sus padres y su novio, Luca Mattei.
No todo han sido rosas para Catherine Fulop
Aunque pudiera pensarse que la vida de Catherine Fulop ha sido perfecta, no es así. La actriz ha tenido que lidiar con la lejanía de su familia (su padre murió y ella apenas llegó a tiempo a Caracas para despedirlo). También ha tenido que enfrentar el desorden alimenticio de su hija Oriana, el empecinamiento de Tiziana por hacerse una cirugía estética siendo adolescente y tener casi 30 años viviendo en Argentina y no haber logrado la nacionalidad.
El año pasado, su petición de nacionalizarse fue negada por un juez, luego de que en la radio hiciera una comparación de la situación venezolana con el holocausto.
“A los empleados públicos los tienen amenazados porque sino pierden sus trabajos, tienen a esa gente de los barrios a los que les dan plata y medicamentos que van a seguir bailando al son de ellos porque antes no han tenido nada. ¿Por qué crees que Hitler sobrevivió, porque solito lo hizo todo? No, porque dentro de los judíos eran los peores, los más torturadores dentro de los campos de concentración. Los sapos eran los propios judíos que torturaban a su propia gente. Esto mismo está pasando en Venezuela”, dijo.
Además de demostrar un desconocimiento absoluto de la historia, este comentario fue tomado de muy mala manera. La sociedad argentina es muy sensible a este tema, porque hasta atentados terroristas se han cometido en contra de sinagogas en Buenos Aires por esa disputa tan estéril.
La acusaron de racista, de discriminar a los judíos. No bastó con que Catherine Fulop ofreciera disculpas por todos los medios a su alcance. Solo el cariño que le tiene el público argentino hizo que esta completa falta de tacto quedara, por lo menos hasta ahora, debajo de la alfombra.
