La modalidad de trabajar en casa puede traer comodidades, pero un estudio revela que tan factible es que una pareja labore desde el hogar al mismo tiempo
La pandemia por el COVID-19 desarrolló una nueva modalidad laboral, el teletrabajo, una forma que le permite a los trabajadores, realizar sus tareas laborales desde casa, sin necesidad de ir a una oficina.
Esta modalidad “remoto”, cambió los estándares de muchas empresas, que hasta el 2020, funcionaban netamente de forma presencial.
Sin embargo, esto trajo pros y contra, y por eso, se llevaron a realizar un estudio con las parejas en las que ambos trabajan desde el hogar.
El análisis lo realizaron recientemente investigadores y especialistas de EE. UU. y China para averiguar si existían diferencias en la experiencia de mezclar las necesidades domésticas con las tareas profesionales entre parejas casadas, focalizándose en las tareas del hogar y el tiempo en familia.
También, incluyeron los tipos de tareas que se pueden realizar cuando se trabaja desde casa, como lavar o pasar la aspiradora, y la dedicación a responsabilidades como los niños, ya sea para la siesta o la merienda.
Para ello, llevaron a cabo una encuesta de 223 parejas, cuyos trabajos los realizaban desde casa de China y Corea del Sur, e incluyeron hogares con y sin hijos. Se preguntó a los participantes sobre la cantidad de tareas no laborales que realizaron mientras trabajaban desde casa y cómo esto afectó sus compromisos familiares.
Según Jasmine Hu, profesora de administración en la Universidad Estatal de Ohio:
«Descubrimos que los hombres y las mujeres no tienen la misma experiencia trabajando desde casa».
De hecho, el estudio explica que todos sentían que hacían más cosas en la casa cuando trabajaban solos desde casa. Cuando las parejas vivían y trabajaban juntas en casa, los hombres generalmente completaban menos tareas domésticas. Además, para las mujeres, tener a su marido en casa durante las horas de trabajo no aligeraba su carga doméstica.
Otro dato curioso que encontraron es que la flexibilidad cambiaba las formas. Cuando los maridos tenían configuraciones de trabajo flexibles, las esposas hacían más de su trabajo profesional mientras trabajaban en casa, y cuando las esposas tenían flexibilidad en el trabajo, los esposos completaban más tareas domésticas cuando trabajaban en casa, según Hu.
Por último, tanto hombres como mujeres se sentían más culpables por su trabajo y una mayor sensación de conflicto entre el hogar y la vida laboral, porque realizaban más tareas relacionadas con el hogar mientras trabajaban desde casa.