El crimen de la pequeña Aranza Sofía tiene consternada a la población de Ocumare del Tuy. Aun se desconoce del paradero de la madre, mientras que los detenidos se acusan entre sí
Las dos personas señaladas por el asesinato de la pequeña Aranza Sofia, perpetrado en Ocumare del Tuy, no se ponen de acuerdo, por contrario acusaciones van y acusaciones vienen.
Las autoridades detuvieron a Newman Rafael Zambrano Castro y María Isabel Alfaro Alcalá por el crimen de la niña, Aranza Sofía Omaña, de 6 años.
Desde que esto ocurrió se culpan entre sí de haberla golpeado hasta causarle la muerte.
Se pudo conocer que la pareja rindió declaraciones ante los funcionarios del Eje contra Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de los Valles del Tuy, estado Miranda.
La versión a la que tuvo acceso El Pitazo indica que el asesinato de la menor de edad ocurrió entre las seis y las siete de la noche del 6 de noviembre.
Tristeza en Ocumare del Tuy
El macabro hecho tuvo lugar en el interior del apartamento 1A de la torre Apamate del urbanismo Ciudad Betania I de Ocumare del Tuy.
Ese día, a las once de la noche, la pareja salió con la pequeña envuelta en una sábana. Supuestamente la iban a llevar al hospital, según dijeron a una conocida.
A las dos de la madrugada del día siguiente regresaron a casa solo con la sábana.
Por esta razón la misma vecina les preguntó que dónde estaba Aranza y Alfaro Alcalá respondió que la había dejado en la casa de su tía porque tenía fiebre y allí le estaban dando los medicamentos que necesitaba.
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Los vecinos no se comieron el cuento
La ausencia de la niña, los días posteriores, llamó la atención de los residentes del urbanismo, quienes dieron parte a las autoridades policiales, al enterarse del hallazgo de una menor muerta en un terreno baldío, ubicado adyacente a la zona industrial Pampero y la Universidad Experimental de las Fuerzas Armadas (Unefa) en Ocumare del Tuy.
El motivo que desató la furia de los cuidadores fue el hecho de que la niña se hacía sus necesidades sobre la ropa interior.
«La pequeña no controlaba aún los esfínteres y eso molestaba a sus cuidadores», dijo un funcionario.
