Keith Rowley, primer ministro de Trinidad y Tobago sostiene que no abrirán las fronteras y menos con la excusa del respeto a los estatus de refugiados. Acusó a la OEA de “castigar” a TT por no unirse a Estados Unidos en las sanciones contra Nicolás Maduro
Keith Rowley, primer ministro de Trinidad y Tobago, se pronunció este miércoles sobre el caso de los 16 niños venezolanos deportados por ese país. Dijo que que TT es víctima de un “asalto” por parte de los migrantes venezolanos. Aseguró que usan “armados con niños”, para tal propósito.
“Trinidad y Tobago se encuentra actualmente bajo el último asalto, utilizando personas anónimas sin rostro armadas con niños inocentes”, expresó en un comunicado por Twitter.
Aseguró que se “tratan de obligarnos a aceptar su comprensión del estatuto de refugiados y el tratado internacional”. Denunció que mediante estos estatutos “se espera que una pequeña nación insular de 1,3 millones de personas abra sus fronteras a un vecino con 34 millones. Esto “incluso durante una pandemia”.
Rowley involucró al secretario general de la OEA, Luis Almagro, en esta supuesta arremetida contra su país.
“La OEA, bajo su equivocado presidente Almagro, ha sido responsable casi por sí sola de desencadenar y alimentar la actual situación venezolana. Estos funcionarios públicos prácticamente han declarado la guerra a Trinidad y Tobago”, dijo.
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Contra Luis Almagro
A su juicio, la supuesta actitud de Almagro se deben a que TT “tuvo la temeridad de no unirse a Elliott Abrams y al presidente Trump para forzar un cambio de régimen en Venezuela“, afirmó.
Ratificó que actualmente están cerradas las fronteras de su país, a causa de la pandemia. Advirtió que “resistiremos ante todos los esfuerzos de otros que están empeñados en forzar la apertura de nuestras fronteras a través de la inmigración ilegal”.
Remató con que “bajo la rúbrica de humanitaria”, se pretende que se abran las fronteras de su país. “Si se acepta, efectivamente abrir nuestras fronteras a todo migrante económico, traficante de armas, traficante de drogas, traficante de personas y líder / pandillero sudamericano. Todo lo que tendrán que hacer es hacer el viaje en barco de 7 millas y afirmar que son refugiados”.
También cuestionó a la ACNUR por defender a los refugiados. “Esta amenaza y el persistente desprecio por los destacados esfuerzos humanitarios realizados por el pueblo de Trinidad y Tobago no se ajustan al espíritu y propósito del ACNUR”, dijo.
