Simpatizantes del presidente ecuatoriano se han congregado en las inmediaciones del Congreso para mostrarle su apoyo
Ecuador se juega este #16May una decisión histórica, al presentar ante su Congreso al propio presidente Guillermo Lasso, quien está acusado de corrupción.
Mientrtas miles de simpatizantes del actual mandatario se han agolpado a las puertas del parlamento, el poder legislativo, controlado actualmente por la izquierda, busca ganar este juicio político, el cual ha sido catalogado por el propio presidente como una acción sin bases legales.
El bloque de la izquierda ecuatoriana ve en el juicio contra Lasso una oportunidad de volver al poder y arrebatarle a la derecha conservadora el mando.
Estarían aprovechando la actual violencia desatada por el narcotráfico y un supuesto descontento popular por la crisis económica por la cual atraviesa actualmente la nación sudamericana.
“Con la asistencia de 109 de sus 137 miembros, la unicameral Asamblea Nacional abrió la sesión en Quito con la presentación del caso y los primeros argumentos para encausar al mandatario por el presunto delito de peculado”, dice la agencia de noticias AFP.
“Los ecuatorianos nos exigen que solucionemos sus problemas cotidianos y pongamos fin a una irracional confrontación que agota la paciencia de la población, que incrementa el desasosiego y debilita nuestra democracia”, expresó Lasso por Twitter tras el arranque del juicio.
Los miles de manifestantes a favor de Lasso abarrotaron las inmediaciones del Congreso con banderas, pancartas y con consignas a favor de la administración del actual presidente ecuatoriano. “¡Viva la democracia!” y “Defendemos la democracia y la paz”.
El proceso, cuya votación podría tomar varios días, despierta los fantasmas de la inestabilidad política que vivió Ecuador entre 1997 y 2005, cuando tres gobernantes que surgieron de las urnas fueron derrocados, reseña AFP.
El Congreso requiere 92 de los 137 votos para cesar a Lasso, acusado de presunto peculado en el manejo de la naviera estatal Flota Petrolera Ecuatoriana (Flopec).
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Según las denuncias, el presidente, en el poder desde 2021, continuó con un contrato firmado antes de su posesión para el transporte de crudo con el grupo internacional Amazonas Tanker, que dejó pérdidas por más de seis millones de dólares.
De 67 años, el exbanquero nuevamente queda entre la espada y la pared. En junio pasado el Parlamento intentó mediante votación directa destituirlo en medio de violentas protestas indígenas contra el alto costo de vida.
Al Congreso, en esa ocasión, le faltaron 12 sufragios para concretar la remoción por una grave crisis política y conmoción interna.
Con información de AFP
