Esta es la segunda explosión de gas que ocurre en Monagas en menos de un mes. Los tres miembros de la familia están hospitalizados, pero el niño de 4 años está grave porque tiene 95% del cuerpo quemado
“No entiendo qué paso. Fui a prender el bombillo de la sala y la casa explotó”, es el testimonio que Adriana Figueroa dio a sus vecinos y familiares. Se trata de la segunda explosión de gas en el estado Monagas, en menos de un mes.
Figueroa vive en la calle San Gaspar del sector Juana Ramírez de Costo Abajo, en Maturín. Sus vecinos corrieron para socorrer a los habitantes de la vivienda, tras producirse el estallido. La casa quedó destrozada.
Era de mañana en el sector ubicado al norte del municipio Maturín. Los vecinos despertaron con un estruendoso ruido que los dejó paralizados por un momento. El llanto de un niño de cuatro años y los gritos despavoridos de la dama y su esposo hicieron reaccionar a la comunidad.
Las paredes de concreto se derrumbaron con la onda expansiva. El polvo formó una densa nube mezclada con gas que impedía la visión, relata el Periódico de Monagas.
De la nada salieron caminando Adriana de 31 años y su esposo Carlos Figuera de 28 junto a su hijo de 4 añitos. Estaban considerablemente quemados.
Andreina Villamizar trabaja en la bodega que la familia tiene en la casa. Detalló que para el momento del estallido, el pequeño se encontraba dentro de la habitación. Su papá estaba en el baño y la mujer salía del local hacia la sala. Al encender la electricidad, todo explotó.
Se presume que el Gas Licuado de Petróleo (GLP) estaba concentrado en toda la casa. El cuarto, la bodega, la sala comedor. Todo desapareció casi en un segundo.
Lea también: ¡ALARMA! Tres personas quemadas deja nueva explosión de bombona de gas en Monagas
Le vendieron gas hace tres días
Andreina relató, mortificada a las afueras del área habilitada para atender a los quemados que, la comunidad con precarias condiciones llevaba 10 meses sin gas, y que el pasado sábado, les vendieron la bombona.
Incumpliendo el anuncio de la Gobernación ante la prohibición de concentración en bombonas para su acopio, venta y distribución, cada vecino fue a la casa de una de las representantes de la comunidad a retirar sus cilindros para llevarlo a sus casas.
Comentarios del caso refieren que la bombona entregada a esta familia estaba muy llena y con una fuga. Un día antes del suceso el niño manifestó percibir un extraño olor.
“Ella todas la noches se encarga de cerrar el regulador y hornillas, sin embargo, no comprendemos cómo pudo ocurrir”, dijo preocupada la fuente.
Víctimas en estado crítico
El director del hospital Dr. Manuel Núñez Tovar de Maturín, doctor Darwin Moreno, informó que Adriana Figueroa presentó quemaduras de tercer grado en 65% de su cuerpo. Mientras que su esposo Carlos Espinoza resultó con lesiones de segundo y tercer grado en 60 % de su superficie corporal.
El niño de 4 años, está más delicado con 95 % del cuerpo quemado. Los atienden cirujanos plásticos y demás especialistas en Cuidados Intensivos de Pediatría.
A su llegada a las 8 de la mañana al hospital fueron ingresados por los bomberos al área de Trauma Shock y luego al área habilitada para atender a los quemados de Caño de Los Becerros.
Segunda explosión en Monagas
Luego de 26 días de la tragedia en el municipio Piar, las alarmas se activaron una vez más en el estado Monagas por accidentes con bombonas de gas, en menos de un mes es la segunda explosión de cilindros domésticos que se registra.
Esta situación genera temor en toda la población puesto que, por mucho tiempo los cilindros no han tenido uso y van deteriorándose, por lo que hacen llamado a las autoridades a realizar el mantenimiento oportuno a los cilindros.
