Luego de las críticas de media humanidad por los bombardeos pese a los “acuerdos”, Rusia anunció que hará un alto al fuego en Mariúpol por razones humanitarias
El ministerio ruso de Defensa anunció que instaurará un “régimen de silencio”, o sea un cese del fuego local, a partir de las 10H00 del jueves (07H00 GMT) en el asediado puerto ucraniano de Mariúpol para evacuar civiles, informó AFP.
Según esta fuente, esta medida debe facilitar la apertura de un corredor humanitario hacia la ciudad ucraniana de Zaporiyia.
“Para que esta operación humanitaria tenga éxito, proponemos realizarla con la participación directa de representantes del Alto comisionado de la ONU para los refugiados (ACNUR); y del Comité internacional de la Cruz Roja”, agregó el ministerio en el comunicado.
Evacuan una maternidad
Más temprano, la alcaldía de Mariúpol denunció la evacuación forzada hacia Rusia de una maternidad de esta ciudad asediada del sureste de Ucrania, donde otra maternidad fue bombardeada por los rusos el 9 de marzo.
“Más de 70 personas, mujeres y personal médico, fueron llevadas a la fuerza por los ocupantes”, afirmó la alcaldía en Telegram.
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Se los llevan a Rusia
En total, a más de 20.000 habitantes de Mariúpol las evacuaron “contra su voluntad” a Rusia, según la municipalidad; que afirma que los rusos confiscaron sus documentos y los redirigieron “hacia ciudades rusas alejadas”.
Esta información no pudo verificarse de forma independiente, ya que Mariúpol está sitiada desde finales de febrero y las comunicaciones están interrumpidas.
Otra maternidad y un hospital infantil de Mariúpol fueron alcanzados por bombardeos el 9 de marzo, una acción que provocó la indignación internacional. Al menos tres personas, entre ellas un niño, murieron en el ataque.
Rusia se justifica
Por su parte, el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, había justificado ese bombardeo asegurando que el edificio de la maternidad servía, según él, de base a un batallón nacionalista ucraniano.
Mientras que el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, declaró el martes que los ataques rusos contra Mariúpol eran “un crimen contra la humanidad”.
Unos 160.000 civiles siguen atrapados en la maltrecha y asediada Mariúpol y se enfrentan a una “catástrofe humanitaria”, pues viven en refugios sin electricidad y carecen de alimentos y agua; esto según los testimonios recogidos por AFP de quienes huyeron de esa ciudad.