Ayunar y no comer carnes en Semana Santa y, en especial, el viernes santo, son tradiciones católicas que datan de hace siglos. Principalmente, simbolizan el respeto hacia el sacrificio de Cristo
De acuerdo con la historia, esta tradición de no comer carne durante la Cuaresma data desde el siglo II. En ese entonces, los cristianos lo tomaban como una señal de purificación en honor al sacrificio de Jesucristo.
Además, hay otra tradición y es el ayuno. Según las escrituras, Jesús practicó el ayuno durante 40 día en el desierto para preparar el cambio de su vida.
Aunque las reglas han cambiado conforme va pasando el tiempo, las familias católicas acostumbran a no consumir carne en varias ocasiones, durante esos 40 días. Es decir, desde el miércoles de Ceniza, los viernes de Cuaresma y hasta el viernes Santo.
Esto tendría que ver con que ese día se recuerda la muerte de Cristo y se insta a tener una acción de austeridad. Esto debido a que, anteriormente era mucho más costoso comer carne de res que pescado.
Más allá de esto, en la Agencia de Noticias Católicas (ACI) recuerdan que los peces de mar y de agua dulce, anfibios, reptiles y mariscos están permitidos. Así como también los productos derivados de animales como margarina y gelatina que no tengan sabor a carne.
El viernes Santo los fieles deben evitar las carnes rojas. Este es el único día en que esta práctica es obligatoria.
Además, algunas personas quedan excluidas de este mandato. Tal como establece el Código de Derecho Canónico, en su numeral 1252.
Lea también: Estos son los platos tradicionales que no pueden faltar en tu mesa en Semana Santa
El ayuno
La ley del ayuno rige para “todos los mayores de edad (18 años), hasta que hayan cumplido cincuenta y nueve años”, por lo que las personas por fuera de ese rango etario están eximidas.
A su vez, también quedan libres de esta normativa “aquellos que tienen problemas mentales, los enfermos, los frágiles” y las mujeres que estén embarazadas o amamantando a sus bebés.
Lo mismo ocurre para “obreros, de acuerdo a su necesidad; invitados a comidas que no pueden excusarse sin ofender gravemente causando enemistad”. Además de otras personas que no puedan hacerlo por situaciones morales o por una imposibilidad física.
Debido, precisamente a los cambios, a través de los años, el ayuno se ha limitado al viernes Santo.
Según dicta la iglesia católica, se debe tener -como máximo- una comida durante el día. Por otra parte, se puede consumir luego dos platos pequeños, siempre y cuando no equivalgan al peso de una regular.
Por otra parte, el Papa Francisco ha dicho que “ayunar es saber renunciar a las cosas vanas, inútiles, a lo superfluo, para ir a lo esencial. Es buscar la belleza de una vida más sencilla”.
