Familiares del exfuncionario de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) Kendall Kleiver Páez García, torturado y asesinado por el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), claman justicia
No hay control en los cuerpos policiales de Venezuela. En sus procedimientos se llevan a quien sea por delante sin importar nada. Entran a las barriadas, matan, torturan sin investigar.
El caso del exfuncionario de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) Kendall Kleiver Páez García, asesinado por el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), delante de su madre, es uno de esos casos en los que la vida no vale nada y el país clama justicia.
“Le sacaron los dientes, las uñas y luego lo ajusticiaron dentro de su casa”, así narró uno de sus familiares lo que hicieron con Kendall, el orgullo de la familia Páez y que su único delito fue tomar un bus para trasladarse a su casa, justo cuando unos delincuentes abordaron para robar.
En el reportaje realizado para Impacto Venezuela por nuestro reportero Joan Camargo, su madre rompe en llanto al narrar lo sucedido. Los presuntos funcionarios llegaron la noche del domingo 14 de junio a la vivienda de Kendall, sacaron a golpes a la familia y se quedaron solos con él. Cuatro horas de tortura, lo único que se escuchaba eran los gritos.
El Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), es el principal organismo de investigaciones penales de Venezuela. Una de las funciones es encargarse del esclarecimiento científico de los delitos para después aplicar la justicia por los órganos competentes, una misión que en tiempos de revolución ha quedado solo en letras plasmadas en un papel.
La realidad es que los cuerpos policiales en Venezuela es otra. Los funcionarios se han convertido en verdugos, torturadores e individuos que no respetan los derechos humanos.
