martes, abril 23, 2024

PETRÓLEO: el negocio que puso a Maduro entre EE.UU. y Rusia

Hasta ahora, el acercamiento de EE.UU. y Maduro está en el proceso de construcción de confianza. Mientras, Rusia sigue siendo un aliado de Venezuela y la materia petrolera sigue estando en el ambiente

La guerra con Ucrania desató una ola de especulaciones relacionadas con los precios del petróleo. Además, las consecuencias del conflicto en el mercado mundial del crudo están por verse. Y, de repente, saltó a la palestra un triángulo muy interesante: la relación Estados Unidos, Rusia y Venezuela.


Mucho se ha dicho sobre las implicaciones de la guerra y el hecho de que Estados Unidos se haya acercado a la administración de Nicolás Maduro. En el acercamiento ocurrido hace más de dos semanas, se supo de los planteamientos de tipo político, económico y energético de la administración de Joe Biden.


¿Pero, qué pasa realmente con el mercado petrolero y la relación entre estas tres naciones?


Las respuestas tienen que ver con que se trata de las dos potencias más grandes del mundo y Venezuela. Somos un país otrora líder en producción de crudo, que desde hace años está afectado por sanciones a su principal industria y que ahora, según el propio Maduro, tiene la meta de producir 2 millones de barriles diarios.

¿Venezuela realmente estaría en capacidad de suplir a Rusia en el mercado de crudo, para vendérselo a EE.UU.?

Son diversas las opiniones y posturas alrededor de este tema, comenzando por el internacionalista Luis Quintana.


Para el especialista, son claves las recientes declaraciones de una vocera de Joe Biden, quien dijo que “el punto central de la visita (a Venezuela) es de la seguridad energética”.


No obstante, EE.UU. negó que piensa comenzar a comprar petróleo venezolano, para sustituir el crudo ruso, debido a las sanciones que se le han aplicado, tras el ataque contra Ucrania.


“A pesar de que Venezuela no influye en el conflicto que atraviesa Europa por la guerra, en el caso de que le permitan vender petróleo, si podría ser un factor clave para la estabilidad de los países del Caribe y Centroamérica”, expresó el analista.


Mencionó que “los intereses globales de Estados Unidos han cambiado. Por eso, necesita formar alianzas, en el tema petrolero para contener el avance de Rusia”.


Sacando ganancias


Hay que tomar en cuenta que el acercamiento de EE.UU. con Maduro apenas está comenzando y aún no se ha concretado nada. Ni siquiera se ha mencionado un relajamiento de las sanciones contra Pdvsa.


No obstante, ya se sabe, por ejemplo, de las diligencias de Chevron ante Joe Biden, para que le permitan comercializar el crudo venezolano. Todo a cambio de que se pueda cobrar la deuda que Pdvsa tiene con este gigante estadounidense del petróleo.


En este sentido, Víctor Maldonado, analista político cree que Maduro “va a tratar de sacar la máxima ganancia posible”. Todo, porque ahora asume “una posición de ser un país cortejado tanto por Rusia como por Estados Unidos”.


Para Maldonado, “el problema central del régimen son las sanciones y le sería conveniente resolverlo sin demasiada alineación”. Esto “aprovechando la debilidad relativa del gobierno estadounidense, que lo lleva a buscar en el hemisferio aliados seguros de carácter energético”.

Mientras que el politólogo, Nícmer Evans, cree que Maduro está “contra la pared”. Se refiere a que se enfrenta a la realidad de una negociación con EE. UU., contra el discurso ideológico”.


Por otro lado, dijo que “Rusia, con el bloqueo que sufre, se convierte en un elemento de dificultad importante para los intereses de preservación del poder de Maduro. Al bloquearse las cuentas en los bancos principales de Rusia, no sirve esa vía para hacer transferencia de sus recursos”, agregó.


No obstante, a juicio de Evans, Maduro no dejará de preservar la alianza con Rusia”. Por ello puede que “se obligue a mantenerse en un punto intermedio a favor de sus intereses”.


Con esto se refirió al encuentro entre Delcy Rodríguez y el canciller ruso, Sergei Lavrov, poco después del encuentro de funcionarios de Biden con Maduro.


“Reunirse con el canciller ruso en Turquía es una acción de ratificación ante el Gobierno de EE. UU. ante la aparente importancia geoestratégica que puede representar Venezuela. La jugada es perfecta en la búsqueda de una apariencia de equilibrio y ponderación en las acciones diplomáticas. Además, hace suponer cosas que no podemos afirmar”, alertó.

Otros intereses

Sin embargo, Enderson Sequera, politólogo y director de la consultora Politiks, cree que “el acercamiento de EE.UU. no se trata de un interés meramente energético. Va orientado a un interés político desconocido”.

“A mi juicio, Biden está buscando que Maduro funja como mediador ante Vladímir Putin”. Lo hace “para buscar un alto al fuego a la invasión rusa en Ucrania”. Dijo es en relación, precisamente con el encuentro de Rodríguez y Lavrov.


Mientras, Sequera sostiene que “la Casa Blanca y Miraflores se encuentran en un proceso de construcción de confianza”.

“No sería extraño que, en las próximas semanas, veamos más liberaciones de los gerentes de CITGO presos en Venezuela. Adicionalmente, Maduro moderará la retórica a favor de Rusia y abogará por la paz y la negociación”, estima.

“La relación con Estados Unidos es potencial, la alianza con Rusia es real”, concluye.

Lea también: ¿CHEVRON LISTA para comercializar crudo venezolano? Espera por relajamiento de sanciones de EE.UU.

Sin capacidad


Un poco menos optimista luce el experto petrolero y economista, Rafael Quiroz.


Él cree que más que todo “se ha generado expectativa sobre que Venezuela pueda llenar el espacio que deja Rusia en el mercado (de crudo)”.


Sin embargo, Quiroz recordó que “Venezuela tiene comprometida su mermada producción con China, Cuba e Irán. El margen restante que pudiera colocarse en EE.UU. no compensaría el faltante de crudo de Rusia”, advirtió el economista.

“Venezuela, en estos momentos, no está en capacidad de sustituir a Rusia en el suministro petrolero a EE.UU. Habría que hacer inversiones significativas para recuperar la capacidad de producción (y refinación) que se ha perdido por el marcado deterioro de Pdvsa», insistió Quiroz.


Aunque Maduro aseguró a finales del 2021 que se había llegado al millón de barriles diarios, se trató de un hecho puntual.


“Con una producción actual de 875 mil barriles diarios es imposible que para finales de este año Venezuela pueda alcanzar la meta de los dos millones. Mucho menos llegar a 3 millones para finales del 2023. Esto no pasa de ser un simple mito y sueño otoñal de quienes se empecinan en hacer afirmaciones sin fundamento ni base alguna”, sentenció.

Lea también: ¿PREFIEREN A COLOMBIA? Estados Unidos descarta “por ahora” importar petróleo venezolano

Maduro equilibrista


Para José Antonio Gil Yepes, director de Datanálisis, “Nicolás Maduro puede jugar un papel estelar en una diplomacia constructiva y de equilibrio entre Rusia, China y EEUU. Todo “a raíz de este tema petrolero, en la medida en que Venezuela recupere esas exportaciones”.


Según el analista, “Venezuela puede pagar más deuda y congraciarse más con los chinos. Pueden pasar muchas cosas constructivas. De su lado, Rusia no tiene nada que reclamar porque fue Rusia la que sustituyó el petróleo de Venezuela”, subrayó.


Desde el punto de vista interno, destacó que “aumentar la producción de crudo le da una oportunidad al gobierno de invertir en desarrollo. Además de recuperar los servicios públicos, que es uno de los principales reclamos y problemas del país”.

Gil Yepes estima que con “una modesta inversión y en tiempo corto se recuperarían en Venezuela fácilmente unos 500 mil barriles de petróleo diarios. Así se montaría en un millón 200 o 300 barriles”.

El analista coincide con otros expertos en que Maduro saldría ganando, si cesan las sanciones de EE.UU.

“Por supuesto la reducción de sanciones y la exportación (de crudo) a EE.UU. le vienen como anillo al dedo (a Maduro)”.

Lo que piensa Rafael Ramírez


En una entrevista para la agencia Efe, Rafael Ramírez, exministro de Petróleo, afirma que el país no podrá aumentar de forma sustancial su oferta de crudo.

“No veo que Venezuela pueda contribuir de forma sustancial a balancear el mercado petrolero”, dijo Ramírez.

“Creo que Estados Unidos no tiene muchas esperanzas” de que Caracas vaya a compensar el crudo que dejó de comprar a Moscú, expresó.

“Lo que interesa es qué movida política hay detrás de esa visita” de los voceros de Joe Biden a Venezuela.
En su opinión, Washington “busca ahora, ya que Rusia tiene problemas en su frente europeo, socavarle también (a Moscú) los apoyos en la retaguardia”.


Otra de las razones por las cuales Ramírez cree que Venezuela no puede suplir a Rusia, es el colapso de Pdvsa.

“En la empresa ha habido una persecución política tremenda. Todavía hay más de 150 gerentes de alto nivel que están presos, se han ido de Pdvsa unos 30.000 jóvenes ingenieros”, agregó

El resultado es una caída drástica de la capacidad productiva. Y todo, acentuado por las sanciones impuestas por EE.UU.


“Entre 2014 y 2022 el bombeo ha caído en 2,4 millones de barriles diarios. Esto supone 84 % de nuestra (anterior) capacidad de producción. Yo no he visto en la historia de ningún país petrolero un colapso así”, denunció.


Igual que Rafael Quiroz, Ramírez sostiene que “Venezuela produce a duras penas entre 600.000 y 700.000 barriles diarios. Eso está muy lejos de los 3,3 millones de barriles diarios que llegó a extraer en la época de Hugo Chávez”.

“Yo, que estuve al frente de la industria durante doce años, no veo cómo Venezuela, aún sin las sanciones norteamericanas, pueda superar el millón de barriles diarios. No hay manera”, insistió.

La dependencia

Pero no todo es la producción, destaca el exministro. También ha colapsado el sistema de comercialización del crudo venezolano.

Se perdió la flota propia de buques de Pdvsa. Esta le permitía transportar directamente “entre el 60 % y 70 % de las exportaciones, que eran en 2013 de 2,5 mbd”, recuerda.

Ahora, la mayor parte del transporte del crudo que sale de Venezuela (unos 450.000 bd), “está en manos de los rusos o de los chinos”, señala.

“El apoyo de Rusia ha sido fundamental para sostener a Maduro en el poder”, asegura. Destaca que la gran influencia rusa sobre Venezuela causa evidentemente “molestia en Estados Unidos”.


La importancia de Rusia para EE.UU.

Según datos recabados en el portal Petroguía, en solo tres años (2018 y 2021) Rusia se convirtió en el tercer suplidor de crudo y combustibles del mercado petrolero estadounidense.


Sus despachos -solo superados por los de Canadá y ligeramente México- aumentaron 79% en tres años debido a varios factores. Entre ellos figuran justamente las sanciones que afronta Pdvsa desde el 2017.


A finales de 2018, Rusia tuvo un promedio de exportaciones petroleras hacia Estados Unidos por el orden de 375.000 barriles diarios. Esto representan 3,77% de las importaciones y al cierre de 2021 se elevaron a 672.000 barriles por día.

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