Tras la resaca por el resultado de las elecciones donde ganó Gustavo Petro, voces de la derecha democrática colombiana están expectantes
La victoria de Gustavo Petro en las elecciones presidenciales ha generado disímiles reacciones.
Los más de 11 millones de colombianos que votaron por él esperan que, realmente, haga los cambios que prometió en su campaña.
La otra mitad, que nunca estuvo de acuerdo con Petro, no oculta temores frente a sus propuestas, y el escepticismo -muy lógico- predomina en las voces opositoras al izquierdista hoy elegido presidente.
El sentir de la mayoría de los demócratas de la derecha colombiana está en sintonía con lo dicho por el Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, cuando el peruano felicitó a Gustavo Petro en el discurso de apertura del XV Foro Atlántico, acontecido en la Casa América de Madrid, organizado por la Fundación Internacional para la Libertad presidida por él:
“Al señor Petro las felicitaciones por su victoria ajustada” advirtiendo el escritor que “Si Petro pretende, como pretenden algunos de sus partidarios, arrasar con esa legalidad, se abre un punto de interrogante respecto al futuro de Colombia”.
Vargas Llosa, quien fue candidato a la Presidencia peruana en 1990, es muy activo en el debate político, apoyando a demócratas de derecha, sean conservadores o liberales.
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Voces colombianas
Una de las voces que mejor argumentan sus opiniones está representada por el muy prestigioso periodista colombiano David Ghitis, afamado columnista de RCN, quien es muy respetado por sus agudas opiniones, siempre honestas y consecuente.
David Ghitis le manda un mensaje claro a Gustavo Petro:
Mario Hernández, reconocido empresario colombiano, muy demócrata, envía un mensaje reconciliador:
“Yo pienso en Colombia, mi país y en su gente, tenemos que trabajar por construir un mejor país para todos. Esto es un compromiso no solo de los políticos, es de cada uno de nosotros. Cuenten conmigo”
La derecha colombiana está demostrando madurez, ecuanimidad, sensatez, aceptando los resultados electorales, y sin claudicar aboga por el bien de Colombia.
