El presidente colombiano le da un vuelco a la paz total con la destitución de Danilo Rueda
Al parecer Gustavo Petro quiere darle un impulso a su gobierno respecto a su proyecto político de paz total.
Petro destituyó a Danilo Rueda, quien no ha conseguido implementar con éxito el acuerdo de paz en 2016 ni ha logrado avances significativos en las negociaciones con las disidencias de las FARC.
Rueda ha tenido que enfrentar una crisis tras otras en su acercamiento con el llamado Estado Mayor Central (EMC), un grupo disidente que comanda un antiguo militante de las FARC, Iván Mordisco.
Durante un año, Mordisco y Rueda estuvieron en contacto, hasta que acordaron poner en marcha una mesa en octubre.
El mismo Petro reconoció que la instalación de esa mesa había sido precipitada.
Lea también: Fiscalía citó al alto comisionado de paz por sus reuniones con “Iván Márquez”
Rueda llegó a manejar seis negociaciones simultáneas con grupos armados y el cumplimiento de los acuerdos de La Habana.
Sus críticos argumentaban que sobre sus hombros recaía demasiada responsabilidad y que a menudo caía en la improvisación.
Tampoco es que vayan bien las conversaciones con el ELN, que 13 meses después de que se haya sentado en la mesa se niega a dejar de secuestrar.
Esta realidad colombiana tiene en riesgo la “paz total” de Petro.
A partir de ahora Otty Patiño, el jefe negociador con el ELN, viejo militante del M-19, en quien Petro confía mucho.