El MP de Perú informó que este año destruyeron más de 60 puentes, pero que en el 2021 lograron tumbar casi 500
La fiscalía peruana informó este miércoles que entre enero y septiembre se destruyeron 63 puentes artesanales usados por migrantes irregulares, la mayoría venezolanos, para pasar por una parte de la fronteriza desde Ecuador.
A través de un comunicado, la Fiscalía de ese país informó que los puentes, todos de madera fueron destruidos por la policía de ambos países.
El operativo se hizo la participación del fiscal provincial de la Fiscalía Provincial de Prevención del Delito de Tumbes, Javier Coveñas Vílchez.
En esta acción también estuvo el ministro del Interior peruano, Willy Huerta Olivas, quien supervisó la acción de la Policía Nacional durante la destrucción de 12 nuevos puentes artesanales en esta zona de frontera.
La nota destaca que esta es varias veces menor a los 429 puentes clandestinos destruidos en el mismo periodo de 2021.
Según las autoridades, grupos delictivos de ambos países cobran a los migrantes, usualmente venezolanos, por cruzar desde Ecuador hacia Perú.
Ambos países tienen en total una frontera común de 1.529 kilómetros, la mayoría en zonas inaccesibles de la Amazonía, recordó la agencia AP.
Los puentes artesanales, hechos a lo largo de un canal de concreto de 18 kilómetros pegado a la costa del Pacífico, también son usados para el contrabando de combustible, productos de primera necesidad y prendas de vestir.
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Venezolanos en Perú
La agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) dijo en abril que los venezolanos en Perú constituyen casi 3,5% de la población del país de unos 33 millones y que Lima, donde hay 1,1 millones de venezolanos, es la primera ciudad del mundo en cantidad de venezolanos desplazados.
El representante de ACNUR en Perú, Federico Agusti, agregó entonces que “si Lima estuviera en Venezuela sería la tercera ciudad de Venezuela con el mayor número de venezolanos”.
Control de fronteras
Medios de comunicación peruanos informaron que un operativo denominado “Control de Fronteras”, se hace diariamente en la zona limítrofe entre Ecuador y Perú, cuyo objetivo es la búsqueda y destrucción de los puentes artesanales, elaborados con troncos de árboles o tablas, en las cercanía del canal internacional que comunica a estas naciones.
Las estructuras se encuentran frecuentemente en los sectores La Sal, Tomas Arizola y Loma Saavedra, del lado peruano, con la finalidad de mitigar el ingreso irregular de extranjeros y delitos como el contrabando.
Los encargados de hacer los pases ilegales son los llamados “coyotes, quienes colocan escaleras y hasta tablas para que los foráneos puedan trasladarse de un territorio a otro”.
Los dedicados a este negocio afirman que cuentan con la anuencia de militares y policías peruanos y ecuatorianos, a quienes también entregan dinero a cambio de dejarlos ingresar a los extranjeros, destaca un reportaje elaborado por el diario La República, de Perú.
