La presidenta del Colegio de Enfermeros de Caracas, Ana Rosario Contreras, alertó que solo hay entre 35 mil y 40 mil de estos profesionales en el país
Ana Rosario Contreras, presidenta del Colegio de Enfermeras de Caracas, encendió las alarmas ante la persistente renuncia de estos profesionales de la salud, como consecuencia de las malas condiciones de trabajo y los bajos sueldos, sobre todo en el sector público.
La situación tiene otras consecuencias y es que cada día, por falta de personal, los que sufren son los pacientes.
“Vemos muchas renuncias en hospitales de enfermeras que lamentablemente se cansaron de trabajar como esclavas en el siglo XXI, prácticamente gratis, sin tener la posibilidad de llevar alimentos a su hogar debido al salario que ganan”, declaró, en entrevista radial.
Contreras dijo que actualmente en Venezuela debería haber 120 mil enfermeras y enfermeros, pero solo hay entre 35 mil y 40 mil.
Denunció que gran parte de este personal ha migrado o, como en el caso de los maestros, se dedican a otros oficios, incluso a la economía informal que genera más ingresos.
Acerca de la persecución contra trabajadores de salud por protestar, expresó: “Tenemos a presidentes de colegios de enfermeros perseguidos por los cuerpos de seguridad del Estado como Julio García en Carabobo, Yannis González en Barinas, Camilo Torres en Bolívar, y los que estamos en la calle, que todos los días somos fotografiados por el Sebin y andan armados”, aseveró.
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Sueldo de emergencia
Contreras, por otro lado, cuestionó que se está debatiendo sobre el establecimiento de un salario de emergencia, que dejaría por fuera las prestaciones sociales y otros beneficios.
“La Constitución establece un salario digno. Nosotros pudiéramos aceptar bonos por la crisis económica, pero jamás vamos a permitir que nuestro salario se llame salario de emergencia, lesionando las prestaciones sociales y otros beneficios”, manifestó.
Insistió en que, según el artículo 91 de la Carta Magna, los patronos son responsables de darle a los trabajadores un salario digno con el cual puedan tener calidad de vida.
