viernes, marzo 29, 2024

¡NO SE VISTAN, QUE NO VAN! La realidad sobre el aumento salarial a docentes y el manguareo de promesas

Franklin Delgado
Franklin Delgado
Periodista digital

Lejos se está de cumplirle sus exigencias de al menos 500 dólares mensuales. Incluso, hablándoles claro, no esperen nada por ahora, parece decir el Ejecutivo

La insistencia de los docentes de exigir aumento de salario no para, y con mucha razón, porque el costo de la vida en Venezuela devora cualquier sueldo, y más si este es ínfimo y casi acercándose al ingreso mínimo por ley. Pero la realidad es que un aumento de salario está muy lejos de producirse, según voceros de los diferentes sectores de la tripartita que lo estudia.

De acuerdo a versiones del empresariado y el gremio de trabajadores, no se acordará aumento salarial hasta abril, cuando se establezca el monto del salario mínimo, el cual se plantea que entre en vigencia a partir del 1° de mayo, Día del Trabajador.

Esto a pesar de que la situación generalizada de la población es la necesidad de un ajuste salarial ya, por eso los trabajadores piden hasta ingresos de emergencia.

Lea también: ¡NI PA’ UN KILO DE QUESO! Trabajadores públicos en pie de lucha por un SALARIO DIGNO YA (+Video)

Ni bonos ni paños calientes

Recordemos que fueron precisamente los docentes quienes iniciaron las protestas de los trabajadores públicos, desde el año pasado. Primero, descontentos por lo que consideraron una burla de la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre), con un instructivo que les conculcaba sus derechos laborales e imponía un tabulador salarial que desconocía hasta la trayectoria de los profesionales; y después para exigir salarios justos.

Estamos a un año de la primera manifestación contra la Onapre y a dos meses exactos de cuando se arrecieron las protestas de los trabajadores públicos por salarios dignos, liderados por los docentes. La situación no ha cambiado a pesar de la proliferación de promesas.

Ya tanto es el cansancio que no se conforman, ni basta, con paliativos ni paños calientes como el bono de 30 dólares mensuales ofrecido por el Ejecutivo o el ajuste de emergencia propuesto por el empresariado.

La exigencia es de al menos 500 dólares de salario mínimo mensual, que está a años luz de los 1.500 que aspiran los médicos.

Quieren aumento ya, pero eso, si observamos la situación, está muy lejos de producirse. Lo más cercano es la “concertación” o imposición de un salario mínimo para mayo, lo que por supuesto significaría un piso para que de allí cada gremio empiece a negociar y establecer sus tabuladores, pero no esperen que eso sea fácil, si es que alguna vez son oídos.

El Ejecutivo, descaradamente, parece decirles: “No se vistan, que no van”… por lo menos hasta mayo.

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