La falta de agua no tiene distingo social en el norte del estado oriental. Los habitantes rezan para que llueva y así recoger el líquido vital
Las protestas por agua en Anzoátegui son casi que a diario. Y es que desde hace meses, los habitantes de la zona norte de la entidad reciben de manera intermitente o prácticamente no les llega el líquido vital por las tuberías.
Y es que al parecer el sistema de distribución de agua potable aparentemente colapsó ante el crecimiento desmedido de zonas urbanas y populares.
Brígida Hernández es habitante de Lecherías. Esta oriental comenta que puede pasar hasta 23 días sin el servicio, por eso, cuando algo medio suena en esas tuberías, todos en la familia tiene que dejar lo que están haciendo para llenar, tobos, botellas y pipotes y poder almacenar lo más que pueda el líquido.
Le puede interesar: PARA HOSTIGAR A MEDIOS Y PERIODISTAS en redes sociales crean cuentas “troll” a favor de Alex Saab
“Cuando falla el agua debemos resolver con agua de lluvia, la agarramos para lavar y hasta para bañarnos, nunca para cocina”. Dice Hernández mientras recogía agua en su casa.
Hay y no hay agua
El problema de la distribución aparentemente no solo radica en que el agua llegue. Al parecer, son muchas las excusas o situaciones que no permiten que las tuberías por lo menos se humedezcan.
“Si llueve no hay agua por turbidez, si no llueve no hay por sequía, si se rompen tubos tampoco hay agua”. Son las palabras de César Díaz, habitante de Tronconal, una de las zonas más afectadas debido a su densidad de población.
Desvío de función
Hace algunos años fue construido el canal de Caratal. Este sistema tenía como función el distribuir agua potable para los sembradíos en las zonas de San Diego y El Rincón. Pero el crecimiento de poblaciones aledañas obligó a desviar el cauce de dicho canal que se alimenta del rio Neverí.
El Colegio de Ingenieros de la entidad hizo una evaluación sobre el canal. A dicha estructura le han hecho solamente mantenimiento superficial y según los conocedores de la materia, se encuentra a punto de colapso. La capacidad del canal es de tres mil litros y la demanda actual sobrepasa los trece mil litros.
Ni lavan ni prestan la batea
En días pasados el gobernador de la entidad, Antonio Barreto Sira denunció públicamente que han presentado un sinfín de propuestas, pero “por orden de Miraflores no nos permiten participar en la recuperación de los acueductos”. Al parecer, tampoco les permiten participar en proyectos.
