El cronista callejero Raúl Arévalo para Testigo directo se sumergió en el barrio de la miseria donde los niños indígenas pierden su infancia
Los niños y niñas indígenas en Colombia viven una infancia de miseria y desplazamientos.
Sus padres, unos 900 indígenas, llegaron a Bogotá y se instalaron en el Parque Nacional para reclamar salud, educación, vivienda.
Comen una sola vez al día, piden en la calle ropa, zapatos y pañales para los niños.
Lea también: EL CHIPOTE: la mazmorra de la tortura para los enemigos de Daniel Ortega – TESTIGO DIRECTO
Asimismo, duermen en carpas improvisadas y las mujeres embarazadas no reciben la atención adecuada.
El cronista callejero Raúl Arévalo para Testigo directo se sumergió en el barrio de la miseria donde los niños indígenas pierden su infancia.