La Operación Liberterra que llevó a cabo la Interpol ayudó a rescatar a más de 400 víctimas de trata de migrantes
Una operación coordinada por Interpol contra el tráfico de migrantes se ha saldado con la detención de 286 sospechosos de trata de personas en todo el mundo. Además de las detenciones, rescataron a cientos de víctimas, gran parte de ellas de Líbano y Venezuela.
Interpol informó que en la Operación Liberterra, efectuada entre el 5 y 9 de julio, participaron 47 países. En ese lapso se produjeron alrededor de 500.000 inspecciones en aduanas y aeropuertos. También en puntos de riesgo identificados por los servicios de inteligencia e investigación.
“La operación permitió además rescatar a 430 personas víctimas del tráfico de personas e identificar a 4.000 migrantes en situación irregular originarios de 74 países. Muchos de ellos presentaban necesidades de asistencia médica, psicológica o domicilio y fueron asistidos por los servicios de protección”, reseñó Efe.
“Entre las víctimas había menores y niñas que habían sufrido explotación sexual, especialmente en Líbano y Venezuela”, agrega.
Interpol detalló que esta investigación ha permitido lanzar otras 60 pesquisas transnacionales. Así como requisar documentos falsos utilizados para proponer a estas personas el traspaso de fronteras.
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En Colombia
En Colombia, la operación sirvió para desmantelar dos organizaciones criminales distintas con 22 arrestos. Una de ellas dedicada a llevar cubanos y haitianos desde Ecuador a Colombia y otra para enviar migrantes a Estados Unidos.
La Operación Liberterra permitió también desmantelar una organización criminal en España. La misma traficaba con migrantes procedentes de Argelia. Además de una falsa agencia de viajes en Ecuador, donde hubo ocho arrestos, o un grupo de traficantes marítimos en Argelia.
“Los traficantes, centrados en los márgenes del beneficio, facilitaron el paso de los migrantes sin tener en cuenta su seguridad y bienestar”, detalla Interpol en su nota.
A algunos fugitivos procedentes de Brasil, Colombia, Panamá y Curazao los buscaban por tráfico de drogas, violaciones, robos y blanqueo de dinero.
