El presidente Joe Biden dijo que si las conversaciones sobre el polémico proyecto fronterizo en el Senado fuese ley, ya hubiese cerrado la frontera
El tema político por excelencia en estos momentos en EE.UU. es el migratorio y la frontera con México.
Mientras el presidente Joe Biden aúpa a un proyecto de ley fronteriza que se discute en el Senado entre conservadores a la actual administración de la Casa Blanca, el magnate y candidato a las primarias republicanas, Donald Trump ha fijado fuertes diferencias a dicho proyecto, mientras que Nikki Haley, la otra candidata republicana, manifiesta que Trump quiere sabotear las conversaciones.
Durante el fin de semana, el demócrata Biden dijo, que la solución al problema en la frontera está en manos de dicho proyecto.
“Si ese proyecto fuese ley hoy, cerraría la frontera ahora mismo y la arreglaría rápidamente… Me daría, como presidente, la autoridad de emergencia para cerrar la frontera hasta que vuelva a estar bajo control”, dijo Biden.
A esto respondió Trump diciendo que “un mal acuerdo fronterizo es mucho peor que no tener acuerdo fronterizo”, en su red social Truth Social.
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Durante su campaña en Las Vegas, Nevada, Trump afirmó el sábado que había “un 100% de probabilidades de que se produjera un gran atentado terrorista en Estados Unidos” llevado a cabo por personas que habían cruzado la frontera.
Esto trajo como consecuencia una reacción de la otra candidata republicana, Nikki Haley, quien acusó a Trump de sabotear el proceso de discusión en el Senado.
“Lo último que Trump debería decir es que hay que esperar hasta después de las elecciones para aprobar un acuerdo sobre la frontera. No podemos esperar ni un día más”, expresó la candidata durante una entrevista con la cadena NBC.
Vale destacar que, hasta los momentos, los temas principales en la discusión del polémico proyecto de frontera que se discute en el Senado, no han sido de dominio público.
Estas negociaciones son un intento por salvar un paquete de ayuda a Ucrania solicitado por el presidente al Congreso pero condicionado por los republicanos a un endurecimiento de la política migratoria.
Con información de agencias
