Con ofertas engañosas y con falsas prometas una familia dedicada a la trata de personas, reclutó a jóvenes en situación de vulnerabilidad. Las sometían a vejámenes, los pormenores son dantescos
Autoridades del Norte de Santander desarticularon una banda integrada por seis miembros de una misma familia dedicada a la trata de personas.
El clan familiar a través de ofertas de empleo a jóvenes como camareras, empleadas domésticas o meseras las terminaban reclutando para explotarlas sexualmente.
La banda operaba en países como Panamá y Ecuador, informó Caracol citando a la Fiscalía colombiana.
“Muchas de las mujeres (entre los 18 y 22 años) que creían en la oferta, algunas colombianas en condición de vulnerabilidad o migrantes, eran llevadas a las casas de los presuntos integrantes de la estructura criminal y sometidas a ‘pruebas’ “.
Indicó la Fiscalía de Colombia que al parecer estas “pruebas” “se convertían en abusos y vejámenes sexuales a los que un hombre las sometía para permitirles continuar con el aparente proceso de incorporación laboral”.
De acuerdo con las víctimas, eran chantajeadas y amenazadas de muerte para explotarlas sexualmente en municipios como Cúcuta y otros de Norte de Santander.
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Las hacían abortar
Según el ente luego de unos meses, “la señalada cabecilla de la estructura y algunos de sus familiares, supuestamente, se encargaban de obtener pasaportes y otros documentos para coordinar el traslado de las jóvenes a Panamá y Ecuador”.
Otro dato aportado fue que las víctimas de esta red que cuando quedaban en estado de embarazo, eran sedadas y les inducían abortos.
En tal sentido, señalan que “por estos hechos se han recibido hasta el momento cinco denuncias; sin embargo, hay indicios de que este ilícito se presentaba desde 2013”.