jueves, marzo 28, 2024

NARCOTRÁFICO Y PODER político en Venezuela: InSight Crime destapa a uno de los carteles más grandes del mundo

El portal especializado Insight Crime publicó un reportaje en el cual da a conocer cómo el poder político en Venezuela está ligado al tráfico de drogas en gran parte de los estados del país

El 3 de abril de 2021, la policía del estado de Anzoátegui actuó tras un aviso para interceptar un Toyota Corolla plateado. Interrogaron a la conductora, una mujer de mediana edad acompañada de un pariente joven.

Bajo presión, condujo a los oficiales a un edificio residencial donde residía su padre, un hombre corpulento y calvo de unos 60 años. Este hombre resultó ser el jefe de uno de los carteles más grandes la droga, en el mundo, con tal poder que no solo fue noticia nacional, sino mundial.


Se trata de era Emilio Enrique Martínez, alias “Chiche Smith”, alrededor de quien el portal especializado InSight Crime, realizó un reportaje, producto de la investigación de tres años que desveló los lazos entre el tráfico de drogas y el poder político en el país.

La captura del “Chiche Smith”


El hombre dijo ser un ciudadano común, presentando una cédula de identidad a nombre de Ramón Guillermo Valera. Pero al ser interrogado, admitió que la cédula era falsa. Su verdadero nombre era Emilio Enrique Martínez, mejor conocido como “Chiche Smith”, uno de los capos de la droga más notorios de la costa caribeña de Venezuela.

La historia del Cartel Paraguaná de Martínez es emblemática de la profunda sinergia entre la política y el narcotráfico en Venezuela.


Su ascenso es un ejemplo de cómo las interconexiones entre los narcotraficantes y los políticos locales, así como las fuerzas de seguridad y los actores del poder nacional pueden formar la base de sistemas completos de gobernanza criminal.

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Un feudo criminal en el Caribe


Martínez ha sido durante mucho tiempo una figura legendaria en Paraguaná, en el estado Falcón.


Hijo de un contrabandista local, comenzó como miembro de una de varias mafias que trasladaban mercancías de contrabando desde Falcón a las islas cercanas del Caribe holandés en la década de 1990.

Fue encarcelado en 1998 pero liberado seis años después. En ese momento, tenía la vista puesta en productos más lucrativos. En 2010, “Chiche Smith” fue nombrada en los registros judiciales como propietaria de 600 kilogramos de cocaína incautados de una pequeña embarcación frente a las costas de Falcón.

Según periodistas locales y líderes políticos, sus compradores incluían al Cartel de Sinaloa de México y sus socios comerciales incluían a Walid Makled, entonces uno de los traficantes de drogas más notorios y mejor conectados de Venezuela. Pero el propio Martínez prefirió permanecer en la sombra.


InSight Crime asegura que la influencia del traficante estaría relacionado con el gobierno regional en falcón, base del cartel.

El “más querido”


Martínez es uno de los personajes “más queridos” en Paraguaná. Los lugareños describen cómo comenzó a comprar propiedades en el municipio de Carirubana, pagando generosamente en efectivo por chozas junto a la playa mientras se comprometía a construir un complejo turístico.

También invirtió dinero en la zona a través de su Fundación Carmen Virginia Martínez, que lleva el nombre de su difunta madre. La fundación distribuyó alimentos y juguetes entre familias pobres, organizó obras públicas como limpieza de calles, proporcionó empleo bien remunerado y renovó la infraestructura local.

Pero según numerosos residentes locales, periodistas, políticos y miembros de las fuerzas de seguridad que hablaron con InSight Crime, las comunidades de Paraguaná no fueron las únicas beneficiarias de la generosidad de Martínez.

A cambio, Martínez esperaba una cosa: vía libre para mover la droga por Falcón. Para ello, requirió la complicidad de las fuerzas de seguridad.

Varias fuentes también alegaron que existe influencia política sobre quién ocupa los puestos de mando militar en la región.


“Los cambios de mando militar, sobre todo a nivel estatal, son acciones políticas”, dijo un funcionario de la GNB. “La gente en esos puestos es más política que militar, y para llegar a ese nivel tienes que estar bien conectado”.

Narcotráfico y política local


La estrecha red de conexiones entre Martínez y el gobierno local, el ejército y la población de Falcón creó una forma muy particular de gobierno criminal, señala el portal.
Se trata de “un narcofeudo” donde los políticos y las fuerzas de seguridad se aliaron con actores criminales para usar las ganancias ilícitas no solo para el enriquecimiento personal, sino también para mantener su poder

A medida que la crisis económica, política y social de Venezuela se ha profundizado, tales arreglos han proliferado en todo el país, desempeñando un papel crucial tanto para apuntalar al estado venezolano como para asegurar que las drogas sigan fluyendo.

“El crimen trabaja con la política; toma el control de las gobernaciones”, dijo un exfuncionario antinarcóticos de Venezuela, quien habló con InSight Crime bajo condición de anonimato por su seguridad. “Y convierte esas gobernaciones en centros del crimen organizado”.

En su manera más básica, la relación entre la política y el narcotráfico en Venezuela se basa en la mediación de la relación entre las fuerzas de seguridad y los criminales favorecidos.


Los gobernadores y alcaldes tienen un nivel de control sobre las actividades y determinan el liderazgo de los cuerpos policiales estatales y municipales, influyen en los nombramientos militares regionales y coordinan con los militares en temas de seguridad.

Al utilizar estos poderes para instalar y manipular a agentes de seguridad corruptos, los políticos locales no solo pueden garantizar la impunidad de los traficantes favorecidos. También aseguran la lealtad de las fuerzas de seguridad al permitirles ganar dinero con el flujo de drogas.

Los propios políticos también pueden ser beneficiarios de estos fondos corruptos, aunque los pagos directos son muy difíciles de rastrear. Sin embargo, la sinergia entre la política local y el crimen organizado en Venezuela va más allá de los simples sobornos.

Como demuestra el caso del Cartel de Paraguaná, los políticos estatales y municipales pueden llegar a depender de los narcotraficantes para que los apoyen políticamente, financiando sus campañas, obteniendo su voto o brindando los servicios públicos que las administraciones cercanas a la bancarrota no pueden.
La influencia de los carteles

Todas las fuentes, desde exfiscales hasta altos funcionarios locales, hablaron bajo condición de anonimato y describieron a InSight Crime los numerosos servicios que supuestamente los políticos locales brindan a los traficantes.


Estos incluyeron aprovechar su influencia sobre las fuerzas de seguridad para dirigir operaciones contra los rivales criminales y su influencia sobre las instituciones judiciales para protegerlas del enjuiciamiento.


También puede implicar que utilicen sus facultades administrativas para facilitar el tráfico, por ejemplo, emitiendo licencias y autorizaciones de transporte u otorgando concesiones que permitan el acceso a la infraestructura de tráfico, como los puertos.

En las docenas de entrevistas sobre figuras políticas realizadas para esta investigación, InSight Crime escuchó denuncias que implicaban a gobernadores actuales o recientes en más de la mitad de los 23 estados de Venezuela.


Aunque la mayoría sigue sin verificarse, y varios fueron poco más que rumores, hay pruebas más que suficientes para demostrar que las acusaciones graves de narcotráfico no son un obstáculo para una carrera política en Venezuela.

Varios otros gobernadores anteriores y actuales también han sido acusados de proteger a los grupos guerrilleros que han traficado drogas a través de Venezuela.

Otros gobernadores han sido investigados por fuerzas del orden internacionales por denuncias de tráfico.

Casos recientes también han puesto de manifiesto la participación de alcaldes municipales y diputados a la Asamblea Nacional. A principios de 2022, un alcalde de Zulia, un diputado de Falcón y otro de Táchira fueron detenidos en posesión de cocaína presuntamente perteneciente a una célula de tráfico que, según fuentes de las fuerzas de seguridad, estaba vinculada al Cártel de Paraguaná.

Un oficial de las fuerzas de seguridad familiarizado con el caso, que habló con InSight Crime bajo condición de anonimato, dijo que la red de traficantes pagó a los políticos para mover drogas, ya que era poco probable que detuvieran sus autos oficiales.

Sin embargo, si bien estas conexiones están muy extendidas, también son frágiles y en constante cambio, como descubriría Chiche Smith.

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Francisco Antonio

Competencia del correo de los soles y de los flores. Por eso lo sacan de circulación.

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