Los seis indígenas abordaron el camión cargado con comida de los Comités de Abastecimiento y Producción (CLAP) para llevarle a su pueblo que está abandonado y pasa hambre. La acción que debieron tomar los organismos de seguridad del Estado, la usurparon disidentes de las FARC, quienes asesinaron a los originarios, confirmó FundaRedes
Grupos irregulares, entre ellos la disidencia de las FARC asesinaron a seis indígenas del pueblo Jivi del estado Apure.
El hecho ocurrió en la localidad Oasis, cerca del balneario La Macanila, municipio Pedro Camejo de la entidad.
Radio Fe y Alegría confirmó el suceso y presentó la lista de los indígenas asesinados: Jean Carlos González Herrero (32 años), Andrés Eulogio Ortiz Cuervo (75 años).
Además, Manuel Gallardo (24 años), Jesús Perdomo (28 años), Carlos Rodríguez (37 años) y Luis Pérez (34 años).
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A través de un video publicado en Twitter por FundaRedes el pasado 21 de junio, acusaron a las FARC de ser el autor de esta masacre que ocurrió el pasado 15 de junio.
El activista de Derechos Humanos y abogado Juan García, explicó que la masacre ocurrió, luego que los indígenas abordaran un camión cargado con comida de los Comités de Abastecimiento y Producción (CLAP).
“Los indígenas saquearon el camión de alimentos que se trasladaba a la población de Puerto Páez desde San Juan de Payara hasta Codazi”.
Asegura Garcia que la acción que debieron tomar los organismos de seguridad del Estado, la usurparon estos grupos irregulares, quienes ajusticiaron a los indígenas.
“Usurparon las competencias de investigación y acción por parte de los organismos de seguridad del Estado”, insistió.
Pueblos pobres
Indicó García que el municipio Pedro Camejo es uno de los más pobres del estado Apure y de América Latina.
Está habitado por las comunidades indígenas Jivi, Cuiva y Yaruro.
Estos indígenas suelen confrontar problemas como desnutrición infantil severa, padecimiento de enfermedades crónicas como la tuberculosis y paludismo.
Además, no cuentan con centros de salud en sus territorios.
Asimismo, denunció que ni la alcaldía ni la gobernación y tampoco el Ministerio de Pueblos Indígenas han atendido ni logrado dignificar a estos originarios en su hábitat.
