viernes, abril 26, 2024

Migrante, refugiado y desigual en salud

Acceder salud, un reto para migrantes venezolanos en Colombia y desafío para entidades como Profamilia. Refugiado y sin servicio sanitario

*Amparo cruzó la frontera por la trocha, a sus tres meses de embarazo debía elegir entre aguantar hambre y necesidades en Venezuela, o buscar mejores condiciones y acceso al servicio de salud en Colombia para que su hijo tuviera algo de dignidad al nacer y en sus primeros años. Eligio lo segundo.

Como ella son miles los venezolanos quienes, entre las múltiples razones para pasar al país vecino, eligen que su salud es condición para huir.  

Y es justamente a ellos que entidades en Colombia como PROFAMILIA enfocan proyectos que les permiten identificar las necesidades, desigualdades y expectativas en el acceso a los servicios de salud de la población migrante y refugiada venezolana.

Profamilia es una  organización privada sin ánimo de lucro que promueve el respeto y el ejercicio de los Derechos Sexuales y Reproductivos en Colombia.

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La investigación

A finales de 2019 y comienzos de 2020 decidió iniciar una investigación para de generar evidencia y mejorar la respuesta del sistema de salud a nivel local de las condiciones de salud de los migrantes venezolanos. Los resultados del estudio se presentaron recientemente.

Encontró que evidentemente hay desigualdades marcadas en el uso de servicios de salud y las necesidades en salud de la población migrante y refugiada en Colombia.

Pero, además identificó las oportunidades para innovar en la adaptación de servicios de salud equitativos que lleguen a las personas migrantes y refugiadas más vulnerables dentro de la emergencia humanitaria.

Y con ello busca incidir en las oportunidades para innovar en la adaptación de servicios de salud equitativos que lleguen a los migrantes y refugiados venezolanos.

Aunque el sistema de salud colombiano se ha propuesto asegurar la atención en salud básica para la población migrante y refugiada.

En la práctica aún existen múltiples dificultades que tienen que ver con el complejo funcionamiento del sistema de salud, la falta de apropiación del marco legal en salud para atender a la población migrante y refugiada, los altos flujos migratorios que afectan áreas geográficas con altas necesidades insatisfechas y la exclusión social.

“La migración es un determinante estructural y tiene un impacto diferencial en la salud a lo largo de la vida de las personas, la necesidad en evaluar el uso de servicios de salud y la oportunidad de aprovechar la información disponible sobre la salud de migrantes y refugiados; constituyen tres de las razones que motivaron la realización de esta investigación”, asegura Marta Royo Directora Ejecutiva Profamilia.

Servicios y ciudades

Una investigación que se concentró en el análisis de la salud sexual y reproductiva, salud materna, salud infantil y adolescente, enfermedades transmisibles y no transmisibles, violencia contra las mujeres y salud mental.

El área geográfica analizada fue: Barranquilla, Bogotá, Cartagena, Cúcuta, Riohacha y Santa Marta.

En 2019, aproximadamente 372.835 migrantes y refugiados venezolanos accedieron a servicios de salud en toda Colombia, lo cual representa un incremento del 46% con respecto a 2018 (203.771).

“Los resultados de esta investigación tienen el propósito de apoyar la migración segura, efectiva y libre de discriminación dentro de la respuesta humanitaria, al tiempo que hace un llamado por mejorar la cobertura en salud de las comunidades de acogida”, dice Marta Royo.

Foto: Profamilia

Lo que se encontró

Estamos en un momento crítico de la respuesta humanitaria y no puede haber ninguna complacencia con prejuicios, discriminación y xenofobia en los servicios de atención en salud.

Esto solo se logra eliminando barreras administrativas y logrando un impacto diferencial para mejorar la vida de las personas migrantes y refugiadas que llegan en busca de salud a Colombia.

En el contexto la población migrante y refugiada venezolana llega a Colombia con necesidades insatisfechas en salud.

Ellos son:

  • Niñas y niños vienen separados de sus padres o solo
  • Mujeres lactantes y gestantes
  • Caminantes
  • Personas indígenas y afrodescendientes
  • Personas con alguna discapacidad
  • Adultos mayores
  • Personas con identidades sexuales o de género diversas.

Todos  presentan mayores riesgos en su salud, dada la discriminación, la falta de información, las dificultades y la falta de acceso a servicios de atención primaria.

Los resultados permitieron identificar las necesidades más urgentes en el acceso a métodos anticonceptivos, prevención del embarazo adolescente, prevención y manejo de violencias de género y educación integral para la sexualidad en situaciones humanitarias.

Así mismo, la investigación contribuyó a entender las barreras en el uso de servicios por parte de las personas migrantes.

Y evaluar en el uso de servicios de salud en otros diagnósticos por parte de la población migrante y refugiada.

Así como las necesidades en salud materna, infantil y adolescente, enfermedades transmisibles y no transmisibles, violencia contra las mujeres y salud mental, más urgentes.

Algo de cifras

Entre 2017 y 2019 del número total de migrantes venezolanos regulares el 21,94% se encuentran afiliados al Sistema General de Seguridad Social en Salud (SGSSS), de los cuales el 66,4% están afiliados al régimen contributivo y el 33,9% al régimen subsidiado.

De los migrantes es relevante destacar cinco eventos que requieren atención:

  • Malaria
  • Violencia de género
  • Sífilis gestacional
  • Morbilidad materna extrema
  • VIH/Sida.

Además, es urgente prestar servicios de salud para las niñas, adolescentes, personas trans, personas con discapacidad, indígenas, adultos mayores y mujeres víctimas violencia de género y sin regularizar su estatus migratorio.

Así como pensar en los más de 300 indígenas Yukpa que no son reconocidos como ciudadanos binacionales, tienen barreras de lenguaje y son especialmente vulnerables a la pobreza extrema en las ciudades fronterizas.

Además de otros grupos vulnerables dentro de la migración.

Necesidades y expectativas de los migrantes

Parte de la investigación de Profamilia se fundamentó en conocer qué dicen los migrantes del servicio de salud en Colombia.

Testimoniales que compartimos a continuación, resumen su percepción:

Aquí el que no tiene el PEP no lo atienden en salud, ahí te puedes quedar muriéndote, te mueres mientras no tengas. Incluso, los que tienen el PEP sino se está en el SISBEN, tampoco te atienden,”. Participante Barranquilla.

“Porque sí hay un tema de calidad humana en los sistemas de salud, no sé si es que se les cauterizan los sentimientos o han visto tantas cosas que pierden la sensibilidad, pero son unos maestros para manejar las normas, para manejar la letra chiquita de la ley y que no te atiendan ni afilien”. Participante Santa Marta

“¿Ustedes conocen puntualmente cuáles son sus derechos frente al acceso de servicios de salud en Colombia? – No. – Bueno, los únicos derechos que ellos [los prestadores] dicen que por emergencia entra y si no es emergencia no entra” Participante Bogotá.

“[…] estábamos haciendo la cola para que nos atendieran porque estaba así con bastantes flemitas y nos dijeron: “— ¿Tiene PEP? — No. — Chao, adiós papá.” Compré un remedio… Y gracias a Dios se me mejoró” Participante Bogotá

“[…] no tenemos cómo hacernos un chequeo de mamografía, citología, si estamos enfermas, por ejemplo, yo, hace como un mes me enfermé y fui para el médico y no me aceptaron porque era venezolana, tenía que pagar la consulta”. Participante Barranquilla.

“Y eso es un trauma, entonces, si te lo ven [al niño], sí, pero como “no es nada grave señora, tiene que pagar $18.000, la pura consulta, más los medicamentos que el niño requiera y si se queda hospitalizado es otra cantidad de plata. Y uno aquí que no tiene trabajo porque como uno no tiene papeles” Participante Barranquilla.

SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA: durante la migración, las personas, particularmente las mujeres, experimentan acceso insuficiente e inequitativo a los servicios esenciales de salud sexual y reproductiva.

Esto aumenta su vulnerabilidad y las expone a mayores riesgos de violencia sexual y de género, embarazos no deseados, embarazos tempranos (entre 10-14 años de edad), enfermedades de trasmisión sexual, abortos inseguros, morbilidad materna extrema, entre otros

ANTICONCEPCIÓN: durante la migración las mujeres enfrentan barreras en el acceso a los servicios de salud, y que en los lugares de paso y de llegada encuentran disponibilidad limitada de métodos anticonceptivos

SALUD MATERNA: las dinámicas de la migración, el acceso a atención prenatal, aborto, asistencia a partos calificados y atención obstétrica de emergencia pueden estar comprometidos o su atención continua puede ser negada.

Las demoras en la atención en salud, el trato no digno, la discriminación, el desconocimiento y la falta de apropiación de los lineamientos nacionales constituyen las barreras más comunes.

Pese a que las migrantes venezolanas tienen acceso a la atención del parto, enfrentan diversas situaciones que no garantizan una experiencia positiva.

Durante la migración el estrés, la ansiedad, los desplazamientos, los cambios en la alimentación, las dificultades para tener acceso a saneamiento básico, a los servicios de salud, el clima y los largos trayectos de un lugar a otro que enfrentan algunas de las personas migrantes y refugiadas tienen efectos negativos sobre la salud materna.

Las gestantes migrantes llegan al país en extrema vulnerabilidad y riesgo de sufrir alguna complicación relacionada con la enfermedad específica (eclampsia, pre eclampsia severa, sepsis o infección sistémica severa); con la disfunción orgánica (falla vascular, renal, hepática, metabólica, cerebral) y el manejo (necesidad de UCI, necesidad de trasfusión y necesidad de procedimiento quirúrgico de emergencia).

Foto: Profamilia

SALUD INFANTIL: durante la migración, aumentan los espacios de hacinamiento, los asentamientos en zonas periféricas sin condiciones adecuadas de habitabilidad y la asistencia a lugares con altos flujos de concentración como terminales de transporte, así como las condiciones insuficientes de higiene, saneamiento básico y acceso a agua potable para el lavado de manos, que aumentan el riesgo de infección respiratoria aguda y diarreica en niños.

Cáncer infantil: las niñas, niños y adolescentes migrantes que sufren de algún tipo cáncer son propensos a sufrir de trastornos adaptativos, de ansiedad o depresión, lo cual responde al doble impacto de tener una enfermedad y enfrentarse a una nueva realidad y cultura, resultado de la decisión de migrar.

En este sentido, las niñas, niños y adolescentes migrantes tienen una triple vulnerabilidad: ser menores de edad, ser migrantes y padecer algún tipo de cáncer

Salud adolescente: durante la migración, los adolescentes experimentan mayores tasas de depresión y síntomas de trastorno por estrés postraumático.

Sufren de abandono y omisión de cuidados que tiene la migración de los padres y madres sobre la salud de los niños y adolescentes que no migran y son más vulnerables a la explotación sexual.

El proceso migratorio y las condiciones laborales de la población migrante adolescente implican diferentes riesgos para su bienestar físico y mental los adolescentes migrantes están particularmente expuestos a diferentes tipos de violencia, enfermedades mentales, a la vez que presentan necesidades específicas en salud sexual y salud reproductiva.

ENFERMEDADES TRANSMISIBLES: durante la migración, los factores de riesgo de transmisión del VIH/Sida pueden incrementarse debido a las dinámicas del desplazamiento y a las vulnerabilidades durante el tránsito y en las rutas migratorias.

Estas dinámicas ponen en mayor desventaja a mujeres y niñas migrantes, expuestas a la explotación sexual, que como resultado aumentan las probabilidades y riesgos de contraer infecciones como el VIH.

También son vulnerables a sufrir de hepatitis virales debido a la dificultad de acceso a servicios públicos (agua potable, acueducto y alcantarillado), la alta probabilidad de consumir alimentos sin higiene y prácticas de manejo saludables.  

Tras la emergencia humanitaria, la población migrante venezolana también se encuentra en un alto riesgo de contraer malaria.

ENFERMEDADES NO TRASMISIBLES: las poblaciones en contextos de migración forzada tienen más riesgo de desarrollar enfermedades del sistema circulatorio, tales como enfermedades cardiovasculares y cerebro vasculares debido a los cambios en sus hábitos de vida.

Como es probable que los migrantes cambien su estilo de vida, hagan menos actividad física y consuman menos alimentos saludables.

También están más expuestos a los factores de riesgo de las enfermedades crónicas haciéndola propensa a padecer desordenes y enfermedades como la diabetes.

El cáncer en mujeres migrantes tiene más probabilidades de ser diagnosticado en una etapa avanzada.

Y se puede suponer que, teniendo en cuenta las dificultades de las mujeres migrantes para acceder a servicios y productos de salud sexual y reproductiva, las personas se encuentran en un alto riesgo de contraer VPH.

A esto se le debe sumar las complicaciones que usualmente tienen las mujeres migrantes para acceder a servicios ginecológicos y a exámenes de diagnóstico que permitan identificar de manera oportuna este tipo de cáncer.

Los hombres migrantes venezolanos pueden estar expuestos a desarrollar cáncer de próstata producto de las dificultades para llevar estilos de vida saludables que les permita prevenir esta situación.

En relación con la violencia contra las  mujeres en los contextos de migración, el factor que tienen las niñas y las mujeres de sufrir violencia sexual aumenta.

Esto debido a que se pueden ver enfrentadas a casos de trata de personas con fines comerciales, al trabajo sexual forzado, abusos laborales y de poder que se manifiestan en agresiones sexuales, entre otras.

A esto se le debe sumar la falta de acceso de las migrantes a servicios de salud, protección y de justicia que les garantice el restablecimiento de sus derechos ante casos de violencia sexual.

En contextos de migración, el riesgo de enfrentarse a violencia psicológica aumenta producto de la xenofobia, la discriminación, la separación familiar.

Además de las dificultades económicas, de alimentación y de vivienda, los problemas de adaptación, entre otros.

Principalmente, las mujeres se pueden ver enfrentadas a situaciones extremas de depresión y ansiedad.

SALUD MENTAL: las tasas de suicidio e intentos de suicidio se pueden incrementar durante el proceso de migración, debido a que está acompañado de situaciones de estrés y sufrimiento psíquico.

La preparación del viaje, el viaje, la separación de los grupos familiares, la búsqueda de asilo y la reinstalación pueden devenir en distintas circunstancias que pueden llevar a pensamientos suicidas, intentos de suicidio o el suicidio en sí.

Las personas migrantes son más vulnerables de sufrir un deterioro de su salud mental.

Debido ala separación familiar, las dificultades para cumplir sus expectativas y las múltiples barreras que enfrentan al satisfacer necesidades básicas y adaptarse a nuevos contextos.

Conclusiones y recomendaciones

  • Avanzar en la obligatoriedad del derecho a la salud de la población migrante y refugiada donde y cuando los necesiten, en particular dentro de la emergencia sanitaria por el Covid-19.
  • Mejor definición de los modelos de atención primaria en salud ante las crecientes necesidades de la población migrante y refugiada y de comunidades de acogida, los riesgos de brotes epidemiológicos futuros y las amenazas del Covid-19.
  • Promover la medicina familiar debe ser una realidad extendida en nuestro sistema de salud y combinarse dentro de la respuesta humanitaria.
  • Facilitar tecnologías y  plataformas de la información y comunicación para que la población migrante y refugiada acceda a información de calidad sobre como navegar el sistema de salud.
  • Mejorar la coordinación intersectorial con las agencias internacionales, sectores de gobierno, gobiernos locales y prestadores de servicios de salud públicos y privados para mitigar los efectos en la salud y desigualdades en salud durante la migración.
  • Lograr que la prestación de servicios de salud sexual y reproductiva debe permanecer como un asunto prioritario durante la respuesta Covid-19 en contextos humanitarios.
  • Conseguir que las niñas, niños y adolescentes migrantes y refugiadas consigan urgente manejo, control y prevención de enfermedades infecciosas prevenibles, embarazo temprano y lesiones de causa externa.
  • Actuar ante el aumento de personas adultas migrantes y refugiadas con condiciones pre-existentes que requieren cuidados continuos y de alto costo.
  • Dar prioridad para facilitar el distanciamiento físico y aislamiento preventivo de las personas adultas mayores de 70 años durante la etapa de transmisión de Covid-19 dentro de asentamientos, refugios y comunidades de acogida.
  • Priorizar la atención primaria en salud mental de la población migrante y refugiada y comunidades de acogida.
  • Lograr la movilización de recursos y aumentar el financiamiento de la respuesta humanitaria.
  • Trabajar en un contrato social entre gobiernos locales, actores privados y de la respuesta humanitaria con profesionales de comunicación social, periodismo y los responsables de las redes sociales, el cual amplifique esfuerzos conjuntos para detener la desinformación, discriminación y xenofobia.
  • Aumentar el número de trabajadores de la salud y voluntarios en salud dentro de la respuesta humanitaria.
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