Es la historia de las familias separadas por la migración de los jóvenes que no encontraron oportunidades en Venezuela y decidieron buscar nuevos horizontes en un país lejano
La otra cara de la migración en Venezuela son esos padres que con mucho sacrificio logran sacar a sus hijos del país y se quedan solos entre recuerdos y la esperanza de que regresen.
En Impacto Venezuela contamos la historia de Yurima Silva, una madre que se quedó sola tras migrar sus dos hijos a Argentina.
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“Ellos dicen que están bien, que tienen oportunidades y que no quieren regresar a Venezuela”, asegura entre lágrimas esta venezolana que vive entre los recuerdos de sus hijos.
Son miles las familias que se han separado debido a la migración forzada de los últimos años. Más de 6 millones de venezolanos están regados por el mundo; de este grupo, al menos un millón de jóvenes entre 15 y 29 años.
