Protagonista de la época dorada del cine mexicano, murió a los 90 años
Fue la esposa de Antonio Aguilar, uno de los grandes de la ranchera. La madre de Pepe Aguilar, uno de los más importantes intérpretes de la canción latina. Nieta de Ángela, a quien han definido como una de las promesas más certeras en el canto de su país. Flor Silvestre, actriz y cantante, murió a los 90 años.
Según los reportes de la prensa de su país, Silvestre murió de causas naturales en su casa. Un rancho situado en la ciudad de Zacatecas. Apodada como “La reina de la canción mexicana”, también se destacó en el cine. De sus títulos más importantes se recuerdan ¡Viva la soldadera!”, “Primero soy mexicano” y “Ánimas Trujano (El hombre importante)”. En el canto también dejó legado, en sencillos que han sido recordados por varias generaciones, tales como “Cielo rojo”, “Imposible olvidarte”, “Pobre corazón” y “Guadalajara”, entre otros.
Guillermina Jiménez Chabolla, su nombre real, exploró en diversos géneros musicales. Además de las rancheras, también se destacó en la interpretación de boleros y huapangos. Fue también una mujer dedicada a su familia. Estuvo al lado de su esposo hasta el momento de la muerte de Aguilar, en 2007.
Su historia de amor, y la solidez de su relación, fue siempre muy alabada por el medio artístico mexicano. Fue así como lo inmortalizaron en el documental Mi destino fue quererte; hecho a partir del mismo nombre que fue uno de los más importantes de su repertorio.
Aunque añoraba con retornar a los estudios, como no lo hizo, comenzó a experimentar con otras actividades. Fue así como se convirtió en dueña de un popular salón de belleza.
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