jueves, abril 25, 2024

Manipulación del hambre con el CARNET DE LA PATRIA

Roberto Trobajo
Roberto Trobajo
@Roberto_Trobajo

La manipulación del hambre, a través de la Libreta de Abastecimiento que es la madre del Carnet de la Patria, son los más macabros inventos de los fascistas comunistas, complementándose con las sádicas colas

Con la barriga vacía no se puede pensar, y menos filosofar, decía Descartes –filósofo francés- al que descaradamente los Castros le echaron manos para poner a pensar en lo que ellos querían: hacer creer al pueblo cubano que el gobierno revolucionario garantiza la alimentación a quienes les siguieran incondicionalmente.

Crearon la tristemente célebre “Libreta de Abastecimiento”, cuadernillo que aseguraba alimentos y aseo personal. Cuando esa “libretica” llegó a los hogares cubanos en 1963, fue recibida con beneplácito porque se vivían tiempos de muchísima escasez por culpa de la cerrada economía que regía en la naciente revolución.

Desde entonces los cubanos podían adquirir, a precios accesibles, una vez al mes, una veintena de productos: arroz, frijoles de varios tipos, carne, pollo, huevos, leche, aceite, manteca, leche, sal, café, jabones, papel sanitario, refrescos, cervezas, y hasta los cigarrillos eran racionalizados.

Si bien en su momento garantizaba la distribución de alimentos y otros productos subsidiados, y determinaba la cantidad y la frecuencia con la que una persona podía comprar cierta comida, actualmente su uso es bastante escaso.

A los cubanos se les acaba lo que “dan” a los diez días y después a sobrevivir acudiendo al mercado negro o a las tiendas en divisas con precios imposibles a los actuales salarios.

“A los cubanos se les acaba lo que ‘Dan’ a los diez días y después a sobrevivir acudiendo al mercado negro o a las tiendas en divisas con precios imposibles a los actuales salarios”

Roberto Trobajo

La mayoría viven de “resolver”, manera de llamar robarle al Estado lo que puedan vender en los barrios. El gobierno lo sabe y masoquistamente se deja robar en las empresas, haciéndose los de la vista gorda con tal de evitar explosiones sociales.

A pesar del precario presente los cubanos se aterran al oír hablar de que les puedan quitar la “Libreta”. En 2011 Raúl Castro habló de eliminarla porque era una carga insoportable para el Estado que le toca gastar más de 1.000 millones de dólares al año en subvencionar alimentos, dizque por que desalienta el trabajo y genera ilegalidades.

Se le vinieron encima las críticas, sobre todo de sus viejos seguidores en el pueblo, cada vez menos, pero que son los pensionados que utiliza en sus intentos de apaciguar familias que podrían explotar contra el gobierno.

Miguel Díaz-Canel hizo aterrizar al desfasado vejete, Raúl Castro, con los lógicos argumentos de que no se puede eliminar esa libreta de abastecimiento sin contarse con una economía medianamente equiparada que permita algún aumento de salarios y de las pensiones a los jubilados.

Aunque la verdad es otra: esa dicha libreta es el mecanismo de control social que les permite saber todos los detalles de las familias cubanas (nombres y apellidos, edades, dónde viven) actualizando informaciones cada año en ocasión de sus distribuciones.

Y más allá de controlarles socialmente, siguen manipulando el hambre, pues continúan haciendo creer al pueblo que con la libreta les aseguran sobrevivencia y estabilidad alimentaria en un sistema “equitativo”. La más cruel de las mentiras de la longeva dictadura comunista.

Cuba exportó a Venezuela su oportunista y manipuladora “Libreta” que se transmutó en ese Carnet de la Patria, engendro con el que la dictadura venezolana controla al pueblo, y peor aún porque Maduro canjea hambre por votos, llegando al sadismo de rechazarse tratamientos de quimioterapia y negase insulina a diabéticos por no tenerse ese Carnet de la Patria.

“Cuba exportó a Venezuela su oportunista y manipuladora ‘Libreta’ que se transmutó en ese Carnet de la Patria”

Roberto Trobajo

La manipulación del hambre, a través de la Libreta de Abastecimiento que es la madre del Carnet de la Patria, son los más macabros inventos de los fascistas comunistas, complementándose con las sádicas colas.

Las colas tienen el propósito político de destruir la dignidad personal y mutar a individuos en masas: igualan a gente, anulándoles, haciéndoles menos que nadie. Convierten a las personas en masas, encausadas hacía donde los dictadores quieren.

Fidel Castro decía que no le importaban las críticas de individuos aislados porque solo le interesaban las “masas”, entendidas como un conjunto indiferenciado del “pueblo” porque la masa es acrítica y solamente interesada en satisfacer apetitos primitivos, como comer.

Ponen a la gente a hacer colas, durante horas, sin importarles lo mucho que puedan criticar al gobierno, porque tras torturarles en las demoras les “premiaran” con los alimentos y medicinas, que el gobierno les da; martillándoles que el Estado es para todo y que todos son para el Estado.

Manipulándose el hambre –con la Libreta de Abastecimiento, el Carnet de la Patria, las Colas- destruyen la energía social al paralizar las iniciativas de los individuos. Con esta macabra “dialéctica” acaban con oposiciones; así los comunistas llegan a dónde los dejan llegar…hasta que surjan valientes capaces de contenerlos.   

Google News
Pulsa para seguirnos en Google News
Suscribir
Notificar de
guest

0 Comentarios
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios

Mantente actualizado

Suscríbete a nuestro newsletter para recibir noticias y eventos importantes.

Nunca te enviamos spam, ni compartimos tu dirección de correo electrónico.
Aprende más de nuestra política de privacidad.

En portada ↓
Últimas noticias ↓
Más noticias sobre este tema ↓
0
Me encantaría tu opinión, por favor comenta.x