Según Datanálisis, aunque la percepción de Venezuela este año, respecto al 2018 ha dejado de ser tan negativa, aún hay retos económicos y políticos que tanto el gobierno como la oposición deben cumplir
Los economistas Tamara Herrera y Luis Vicente León hicieron un balance de la percepción de los venezolanos sobre la economía venezolana y la conclusión es que, aunque ha bajado la negatividad, respecto a años anteriores, 60% aún considera que el país va mal.
En un evento organizado por el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), León precisó que, según Datanálisis, “la percepción de los venezolanos sobre la situación del país en 2018 era 97% negativa, hoy 40% piensa que el país está bien o muy bien”.
Explicó que en los últimos meses hay factores que estimulan esa percepción, “tales como la recuperación de los precios e ingresos petroleros, los cambios en la estrategia oficial, el incremento de la confianza y las expectativas de negociación” con la oposición.
Pero, también advirtió que, “para regresar a la situación (económica principalmente) del año 2013, tardaríamos 20 años a un ritmo de 10%. Crecer 400% para volver a lo que era”, destacó.
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Retos políticos
En el evento también se habló de los retos de Venezuela en lo político, principalmente para los opositores.
Al respecto, Luis Vicente León remarcó que “la oposición está debilitada y, ante una baja capacidad de acción, el objetivo debe ser la reconstitución, replanteándose su liderazgo, instituciones y propuestas”.
Respecto al futuro cree que “se debe aumentar la participación de la oposición en los problemas del país”.
Entre tanto, Datanálisis determinó lo que la gente espera de la administración de Nicolás Maduro, como “la devolución de empresas expropiadas y eliminación de esa política, el fortalecimiento de espacios de diálogo entre oposición y gobierno, así como también, promover el empleo público y privado para reducir ayudas del Estado”.
En cuanto a los escenarios 2022-2024, dijo que “con la flexibilización del gobierno en materia petrolera y una flexibilización de las sanciones sectoriales de EE.UU puede darse un crecimiento explosivo con una reactivación total de la actividad económica, una recuperación a corto plazo y un crecimiento PIB de 30% anual. De otra forma, podría darse un crecimiento significativo cuyo PIB podría crecer hasta un 15% anual”.
Caso Chevron y las sanciones
Tamara Herrera, por su parte, enfocó el análisis en torno a la modificación o ampliación de la licencia a Chevron.
Expresó que en el primer caso, la producción de crudo se reduciría a 680 bd y el valor exportado sería de $7,8 millardos, mientras que en el segundo caso, la producción subiría a 785 bd, la exportación sería de 586 bd y el valor exportado se situaría en $10,4 millardos.
Así mismo, detalló el crecimiento PIB para el 2023 enmarcado en los supuestos anteriores, siendo que, de no otorgar la licencia a Chevron el crecimiento estaría alrededor de 3.6% y en caso contrario llegaría a 6.7%.
“Sobre el entorno 2023: la recesión global se deja sentir sobre remesas, precios petroleros se mueven moderadamente a la baja, se exige más gasto público por el entorno político y se ve una acentuación del financiamiento monetario del déficit”, destacó.
Herrera dijo que “son necesarios avances políticos nacionales e internacionales para encontrar el camino de reformas necesarias para un flujo de inversión y de financiamiento” hacia Venezuela.
