Un funcionario de la Casa Blanca habría dicho a periodistas en EE.UU. que Joe Biden espera mantener las sanciones hasta que Maduro y Guaidó tengan un diálogo exitoso que derive en elecciones libres
La administración del presidente Joe Biden no tiene planes inmediatos para relajar las sanciones contra Venezuela. Esto, a pesar de las dudas sobre su efectividad y los inconvenientes humanitarios.
“No hay prisa por levantar las sanciones”, dijo a los periodistas un alto funcionario de la administración de Biden. Así lo reseña la agencia Argus.
“Estados Unidos va a seguir aumentando la presión. Va a expandir esa presión de manera multilateral”. Todo hasta que Nicolás Maduro negocie de buena fe con sus opositores. También “debe acordar la realización de elecciones libres y justas”, dijo el funcionario.
El gobierno de Biden cumplió su promesa de campaña de otorgar el TPS a más de 300.000 venezolanos en ese país. Esta es una pequeña parte de los más de 5 millones que abandonaron el país en los últimos años, recuerda la agencia.
Las críticas de Biden
Asimismo, Argus sostiene que “Biden critica la política de sanciones unilaterales de su predecesor contra Caracas. Las califica como ineficaces. Sus altos funcionarios dicen que la crítica sigue siendo válida”.
Pero cambiar esa política resulta difícil. “Podría requerir que Washington abandone su reconocimiento del líder de la oposición Juan Guaidó”, agrega.
Señala que este sería “un puente muy largo para una administración que prometió promover los derechos humanos y la democracia”.
La idea, añade la publicación es que “se presenten un buen caso para alterar el régimen de sanciones. Pero no (lo harán) hasta que haya un diálogo creíble entre Maduro y la oposición liderada por Guaidó”. El mismo debe “garantizar nuevas elecciones en Venezuela”.
Igualmente, refiere que congresistas estadounidenses pidieron “a la Casa Blanca que se asegure de que las sanciones no interfieran con la prestación de asistencia humanitaria a Venezuela”.
Petroleros en acción
Incluso, señala que “la industria petrolera por separado está presionando para restaurar los intercambios de crudo por diésel para empresas no estadounidenses”. El argumento es que “garantizaría el suministro de combustible para la distribución de alimentos, ayuda y la generación de energía”.
“El enfoque de las sanciones debe ser aumentar la presión sobre el régimen (de Maduro). Eliminar cualquier tipo de acceso al capital corrupto para mantenerse. Pero tampoco uno que penalice innecesariamente al pueblo venezolano”, dijo el funcionario estadounidense.
“El único resultado de esta crisis es una negociación que lleve a una solución democrática”, dijo el personaje.
Maduro en el pasado ha utilizado las negociaciones con la oposición como una táctica dilatoria. Por ello será necesario persuadir a Estados Unidos de que las conversaciones futuras son serias, según el funcionario.
“Una vez que eso suceda, consultaremos con la comunidad internacional y el gobierno interino (de Guaidó). Luego tomaremos decisiones sobre si se levantarán las sanciones”, expresó la fuente citada por Argus.
“Lo que hemos visto claramente es que el régimen se ha adaptado a las sanciones. Los mercados petroleros hace mucho tiempo se han adaptado a las sanciones. Son capaces de sostenerse a través de flujos ilícitos”, comentó.
Estados Unidos ha prometido coordinar su política hacia Venezuela más estrechamente con la UE y los países del hemisferio occidental.
