Alias “La Mona” era la jefa de la banda “Los Amarillos”, que expendían bazuco y cocaína muy cerca de un batallón militar en el centro de Bogotá
Agentes infiltrados de la Policía de Bogotá lograron recopilar las pruebas para frenar a una banda de microtráfico conocida como Los Amarillos.
Esa organización criminal era liderada por alias “La Mona”, una mujer que sometía a sus propios hijos, menores de edad, para vender droga. Si ellos la consumían o si no daban el dinero de la venta, esta mujer los torturaba.
Oscar Rosas dio a conocer en Caracol que al finalizar las tardes, llegaba “La Mona”, señalada jefe financiera de la banda. Y unos 20 expendedores se le acercaban para darle el dinero producto de la venta de estupefacientes.
Entre quienes se acercan hay varios menores entre los 12 y 15 años, algunos eran hijos de los propios expendedores, como lo grabó el agente encubierto de la Policía durante casi un año de infiltración.
“La líder incluso de la estructura instrumentalizaba a sus mismos hijos para trasladar droga; a los niños los convencían con algo de dinero, muy poco, o les daban a veces dulces”, detalló el mayor Sergio Alexander Torres, jefe de unidad seccional de protección de la Policía, en exclusivas declaraciones para Caracol.
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Cuando estos menores terminaban consumiendo la droga “eran castigados por los padres o por las personas que se las daban para la venta”. Dichas represiones constaban de golpes, y a algunos de ellos los dejaban sin alimentación los propios padres”. Las golpizas se producían en un inmueble conocido como La Mansión, enclavado en el centro de Bogotá.