Carlos Fernández, presidente de Fedecámaras, sostiene que medidas como el IGTF no harán que la gente vuelva a confiar en el bolívar si no se confía primero en las instituciones
La imposición del Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF) no hará que el venezolano vuelva a confiar en el bolívar. Para ello, se debe ir más allá de una política impositiva, puesto que lo que más se necesita es confiar en las instituciones.
Así lo manifestó el presidente de Fedecámaras, Carlos Fernández. En entrevista por Fedecámaras Radio, el directivo destacó que el sector primario del país no tiene insumos, tiene poco acceso a la banca y tampoco posibilidades de financiamiento. “De todas formas ha buscado la forma de ayudarse para seguir produciendo”.
“No se puede ‘rebolivarizar’ la economía solo con políticas monetarias. No se puede pretender hacerlo a corto plazo, sin generar, primero, instituciones confiables”, aseveró.
Destacó que tras más de dos años desde que se instauró la dolarización, “el circulante en divisas en Venezuela es cuatro veces más que el que hay en bolívares”.
Por ello, cree que el “IGTF debe volver a ser lo que era, con una tasa baja, con una duración temporal”. “Este impuesto, así como los otros tributos están matando al pequeño comerciante y eso es insostenible en cualquier economía”, dijo.
Por otro lado, destacó que “los productores venezolanos, a pesar de los problemas que tiene el país y de los servicios públicos, están volviendo a invertir”.
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Recuperación e instituciones
Para Fernández, la recuperación económica del país va más allá de la baja del porcentaje de inflación e insiste en que la confianza en las instituciones es básica.
“A Fedecámaras le preocupa la necesidad de la reinstitucionalidad del país, porque no hay manera de recuperar la economía y de desarrollarse si no hay institucionalidad”.
“Se necesitan instituciones sólidas que atraigan inversionistas, no queremos que vengan inversionistas golondrinos para aprovecharse del país”, agrego.
Lamentó que “en Venezuela hay una cultura importadora y una cultura antiexportadora. Venezuela no forma parte de ningún tratado internacional que nos permita competir afuera”.
Y sobre mecanismos creados por el chavismo como la Alianza Bolivariana para los Pueblos (Alba-TCP), “desde el punto de vista económico, no existen. Se generaron para apoyo diplomático” u otros fines, más que toso políticos.
En cuanto a la inseguridad que hay en el país, que afecta el desarrollo de la producción, expresó que “estamos pasando una situación muy difícil. Estamos haciendo esfuerzos en conjunto con autoridades civiles y militares para poner fin a ese tema”.
Como ejemplo de la crisis por la inseguridad, citó el caso de “los ferieros que en algunos sitios han dejado de llegar. Mientras que otros dejan buena parte de la producción en las alcabalas, cada vez que deben trasladar mercancías por el país”.
