Hemos luchado muchas veces por recuperar nuestra libertad, lo sabemos y entendemos que puede llegar incluso a generar frustración, hay personas que argumentan el hecho de que ya hubo una consulta pública mediante el plebiscito de 2017 y que la actual Consulta Popular no es necesaria. Por ese motivo, hoy me permito explicarles por qué es diferente y por qué es importante nuestra participación en esta ruta para enfrentar al dictador y lograr la transición.
En principio, en 2017 se consultó al país para conocer la posición de nuestra gente en ese contexto nacional; sin embargo, sí debemos decir que las condiciones actuales son diferentes. Si bien para el 2017 la calidad de vida de los venezolanos estaba deteriorada y las escasas oportunidades vida conllevaron al éxodo de nuestros familiares y amigos, también es verdad que la masiva participación de nuestro pueblo en las elecciones parlamentarias de 2015 motivó a diferentes países de la comunidad internacional a poner los ojos sobre Venezuela.
Seguidamente, el paso de la dictadura fue violentar la voluntad de todo un país e imponer una Constituyente para callar las voces de todos nuestros diputados, esta situación motivó al plebiscito, en el cual, una vez más, nuestra gente rechazó contundentemente las aspiraciones del usurpador a disfrazar el totalitarismo con la excusa de “defender a la Patria”.
Sabemos y reconocemos que la frustración forma parte del día a día de los venezolanos en nuestra lucha constante por frenar el avance del dictador, pero, aunque a veces no lo entendamos, todas y cada una de las veces que hemos alzado la voz nos ha permitido estar dónde estamos hoy: Somos un tema de interés mundial y el enemigo es Nicolás Maduro.
Cuando hablamos de la Consulta Popular de este año 2020 y decimos que las condiciones son diferentes, nos referimos a los avances a nivel internacional y nacional que nos permiten hacerle frente, con contundencia, a la amenaza que representa Maduro para el país, la región y el mundo.
En principio, en 2017, no existía el informe de la Misión de Verificación de la ONU que ratifica y señala directamente a Maduro y a su cúpula de crímenes de lesa humanidad, tampoco en su momento teníamos el informe de la Alta Comisionada de la ONU, Michelle Bachelet, y su ratificación actual sobre las torturas y asesinatos cometidos por los cuerpos represores del dictador.
Hace tres años tampoco teníamos una persona que ha defendido los intereses de todo un país y ha forjado alianzas claves para conducir a nuestra Venezuela hacia la transición, no teníamos un Presidente Encargado juramentado por todo un pueblo en calle. Este fue un logro también que alcanzamos como pueblo, todos juntos, el 23 de enero de 2019.
Nuestro hermano presidente, Juan Guaidó, no solo cuenta con el respaldo de 60 países, sino que también su liderazgo permitió que naciones como Bolivia, Ecuador, Brasil, Honduras y El Salvador – que en 2016 apoyaban la dictadura – hoy también les dan la espalda, y luchen junto a nosotros por la recuperación de nuestra soberanía.
En 2017 tampoco había sanciones contra los responsables de la miseria, el hambre y la muerte de los venezolanos, hoy son condenados y buscados por la justicia internacional. Aunque ellos insistan en excusas sobre una supuesta persecución y bloqueo contra los venezolanos, sabemos que nuestra gente conoce la realidad ante sus mentiras.
Las sanciones son contra los corruptos, los asesinos y los responsables de que no consigamos medicinas en las farmacias ni en los hospitales, o de que nuestro sueldo mínimo mensual no supere un dólar, mientras que la canasta básica es un millón de veces más costosa.
Pese a que nuestra Asamblea Nacional, único poder legítimo en Venezuela, haya afirmado y decretado la crisis humanitaria de salud el 27 de enero de 2016, no fue sino hasta la llegada del Gobierno Encargado cuando el 22 de enero de 2019 se hizo la recaudación de ayuda humanitaria más importante del continente, donde también vimos cómo, ante nuestros ojos, la soberbia del dictador fue capaz de incendiar camiones de comida e insumos médicos que pudieron haber salvado la vida de nuestros hermanos, hijos, padres y amigos.
Asimismo, el primer cargamento de ayuda humanitaria mediante la Cruz Roja llegó el 16 de abril 2019, fecha en la que esta importante y reconocida Federación Internacional pudo ingresar con medicinas, pastillas potabilizadoras y plantas eléctricas para nuestros hospitales.
También es importante que sepamos que tanto las plantas eléctricas, como las pastillas potabilizadoras y las medicinas fueron y son necesarias en cada rincón del país por la destrucción y el saqueo de este régimen totalitario. El bloqueo y las sanciones son excusas para no enfrentar que destruyeron el país, que cada uno de ellos tiene tres y cuatro camionetas importadas y millones de dólares en bancos internacionales mientras en el JM de los Ríos muere, al menos, un niño diariamente.
También debemos decir que mientras ellos mienten diciendo que hay bloqueo y por eso el país está quebrado, la mentira se les cae cuando también podemos ver con nuestros ojos que siguen importando armas y municiones con el único objeto de aferrarse al poder. ¿Para eso no hay bloqueo?
En el artículo 70 de la Constitución dice claramente:
“Son medios de participación y protagonismo del pueblo en ejercicio de su soberanía, en lo político: la elección de cargos públicos, el referendo, la consulta popular, la revocación del mandato, las iniciativas legislativa, constitucional y constituyente, el cabildo abierto y la asamblea de ciudadanos y ciudadanas cuyas decisiones serán de carácter vinculante, entre otros; y en lo social y económico: las instancias de atención ciudadana, la autogestión, la cogestión, las cooperativas en todas sus formas incluyendo las de carácter financiero, las cajas de ahorro, la empresa comunitaria y demás formas asociativas guiadas por los valores de la mutua cooperación y la solidaridad. La ley establecerá las condiciones para el efectivo funcionamiento de los medios de participación previstos en este artículo”.
La Consulta Popular es un derecho, es una voz para unificar las exigencias de todo un país. La Consulta Popular es importante porque nos permitirá ser una voz mucho más fuerte y actualizada sobre las condiciones deplorables en las que se encuentra Venezuela, pero sí, sabiendo que hoy somos importantes para muchos países del mundo, que no estamos solos ni lo estaremos, y aún más importante: sabiendo que la dictadura está golpeada por todos los costados, más dividida que nunca, no le permitiremos que se vuelva a poner de pie.