A José Pinto se le imputará por los delitos de homicidio intencional calificado con alevosía y motivos fútiles e innobles en grado de coautor, privación ilegítima de libertad y agavillamiento
Ayudado por dos jóvenes y con la misma arrogancia que lo caracteriza, fue trasladado el líder de Tupamaro, José Tomás Pinto Marrero, de la sede del Cicpc en Vargas al Tribunal Cuarto de Primera Instancia en lo Penal en Funciones de Control, donde se realiza la audiencia de presentación por estar supuestamente involucrado en el asesinato de un adolescente.
“¡Venceremos, nojoda!”, fueron las palabras que pronunció José Pinto al salir de la sede del Cicpc Vargas, ayudado por dos funcionarios. Las imágenes del líder de Tupamaro fueron captadas en exclusiva para Impacto Venezuela por nuestra corresponsal en la entidad, Amy Torres.
Pinto de 67 años de edad fue privado de libertad junto a sus escoltas José Fidel Blanco, Jesús Sánchez y Jesús Ibarra por su presunta responsabilidad en el homicidio del adolescente George Soto Berroterán de 16 años.
Durante el allanamiento a su propiedad se le incautó un arma de fuego, tipo pistola, Browning, calibre 9 mm, seriales V56093; dos teléfonos celulares; tres cajas de cartuchos calibre 12; tres cajas de balas; cinco cargadores para armas de fuego; una caja de balas calibre 6.35 mm, entre otros elementos.
A Pinto se le imputará por los delitos de homicidio intencional calificado con alevosía y motivos fútiles e innobles en grado de coautor, privación ilegítima de libertad y agavillamiento.
Según las investigaciones realizadas por el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) el pasado 23 de mayo en la noche, el secretario nacional de Tupamaro dio instrucciones a sus escoltas para que agredieran a Juan Romero hasta que este admitiera haberse apropiado de mercancía y dinero producto de la faena pesquera.
Los escoltas sometieron y golpearon a Juan Romero con sus armas y exigieron al resto de los pescadores que también lo golpearan; entre ellos al adolescente George Soto Berroterán, quien se negó a hacerlo. Mientras los escoltas y dos pescadores agredían al adolescente, Juan Romero logró escapar y se internó en la montaña.
En las pruebas técnicas se determinó que la osamenta hallada en los terrenos de Pinto correspondía a la del adolescente, y que presentaba en el cráneo un orificio producido por el paso de un proyectil disparado por un arma de fuego.
