Así presionaron protestando por un derrame de petróleo
La comunidad indígena de la localidad de Cuninico exigió que el presidente Castillo haga presencia, asegurando que unas 2.500 personas que viven a orillas del río Marañón no pueden alimentarse ni beber del agua porque está contaminada.
Los turistas habrían sido secuestrados en el río Marañón, en la localidad de Cuninico, por lugareños que buscan llamar la atención del Gobierno tras el derrame de petróleo.
Entre los turistas hay nacionales de Francia, Suiza, Alemania, España, Brasil y Reino Unido.
En declaraciones a un canal de televisión peruano (RPP) Ángela Ramírez, una de las turistas retenidas, se quejó diciendo que no tienen agua para lavarse e informó que la comunidad indígena de la zona pretende retenerlos unos ocho días si no reciben ayuda del Estado para solucionar el problema del derrame de petróleo.
Ramírez agregó que, entre los retenidos, también hay niños, el menor de los cuales debe tener un mes, personas mayores, con discapacidad y mujeres embarazadas, calificando la situación de “crítica”.
El presidente de la comunidad de Cuninico, Watson Trujillo, dijo que los indígenas quieren llamar la atención del Gobierno para que evalúe el daño ambiental ocasionado por el derrame de 2.500 toneladas de crudo al río provocado por la ruptura de un oleoducto.
La fuga de combustible se reportó en septiembre, cuando cuatro trabajadores de la empresa estatal Petroperú fueron secuestrados y luego liberados.
Tras negociaciones con la ministra de energía y minas, Alessandra Herrera, los 150 turistas han sido liberados esta tarde, después de que la comunidad indígena de Cuninico bloquease el paso a las embarcaciones en las que viajaban en protesta por un vertido de petróleo.
El gobierno peruano se comprometió en resolver la grave situación que sufre la comunidad indígena donde dos niños y una mujer han muerto en la zona debido a derrames de petróleo de un oleoducto de 40 años de antigüedad en el río Cuninico.
