Funcionarios del Cicpc en Anzoátegui interrogaron a dos personas y continúan con las investigaciones. El productor agropecuario habría denunciado a unos sujetos por el robo de unas cabezas de ganado y se presume que por venganza lo asesinaron
Funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalística de Anzoátegui (Cicpc) investigan el entorno de la familia Mayorca. Sus tres integrantes fueron asesinados de manera cruel y despiadada, la semana pasada en la localidad de Onoto, en el estado Anzoátegui. Los policías creen que el móvil del crimen es la venganza.
El diario El Tiempo informó que detuvieron a dos individuos sospechosos en el triple homicidio ocurrido en la finca Cundiamor.
Los detenidos, identificados como Nelson y Abraham. Los sometieron a intensos interrogatorios en el organismo detectivesco. Pero no se demostró su participación en el crimen. Solo se supo que tenían conocimiento de lo sucedido.
Los investigadores ahondan en las pesquisas para esclarecer y capturar a los responsables del crimen que cometieron con el mayor ensañamiento y crueldad. Las víctimas son: Luis Nolberto Mayorca, de 51 años y Morelia del Valle Marcano de Mayorca (41). También su hijita de 3 años.
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Hallaron los cuerpos de los adultos enterrados en el sector Machagua. Mientras que a la niña la lanzaron en una laguna y fue localizada flotando en el agua.
El asesinato de los esposos Mayorca y de su menor hija demuestra que los homicidas actuaron con crueldad y ensañamiento. A la pequeña, además de violarla la golpearon con un bate de aluminio. Le causaron heridas en la cabeza, brazos y tórax causándole fractura de cráneo y costillas. Además le infligieron cuchilladas en el cuello y en los brazos. Mayorca también recibió batazos y lo ahorcaron con un cable.
Allegados a las víctimas que reclamaros sus restos en la medicatura forense de Barcelona, presumen que a sus parientes los asesinaron por una venganza pues Mayorca había denunciado a unos hombres en el Comando de la Guardia Nacional Bolivariana de Onoto por el robo de más de ocho cabeza de ganado de su propiedad. Creen que los delincuentes, al saber que estaban descubiertos, optaron por matar al productor agropecuario.
