Tiene miedo de que el cantante despilfarre el patrimonio de sus hijos
Aunque en estos momentos Alejandro Sanz se encuentra en España, donde fue a parar luego de que la pandemia del coronavirus casi lo confinara en Chile, en Miami un juez ordenó la congelación de las cuentas bancarias que tiene en Estados Unidos por petición de su, todavía, esposa, Raquel Perera.
De acuerdo con la información, aunque ya ellos tengan más de dos años separados y el cantautor está en otra relación con la artista plástica cubana Rachel Valdés, el divorcio no se ha hecho efectivo, pese a que Sanz lo solicitó hace año y medio.
Pereda teme que Sanz despilfarre el dinero que, según ella, es de los hijos que tuvo la pareja en 12 años de matrimonio juntos, Dylan y Alma.
El litigio por el divorcio ha alcanzado ribetes de telenovelas, por cuanto Perera no se quedó tranquila y le puso una contrademanda en la que le solicitaba, además de una pensión, dinero para educación, viajes, juegos y demás actividades de los niños, cuya suma asciende a 45 mil dólares mensuales.
No obstante, aún el tribunal donde está la demanda no se ha pronunciado sobre este asunto.
De ganar en esa instancia, esa sería la suma que tiene que pagar Sanz mensualmente a su, todavía, esposa, según asegura el diario español El País. Algo que dista mucho de la publicación conciliadora y armoniosa que hicieron ambos cuando anunciaron la separación.
En la contrademanda ella le disputa también la custodia, pues alega que Sanz es un padre ausente debido a su trabajo y que casi no ha visto a los menores desde que la pareja se separó, pues él se fue a vivir nuevamente a España y ella se quedó con los niños en Miami.