José Cádiz sacudía con fuerza un par de patas de pollo que llevó a una protesta de enfermeros frente a la sede del PNUD en Caracas
Su intención era mostrar el sueldo de miseria que reciben del Ministerio de Salud y que los mantiene, como a la mayoría de los venezolanos sometidos al hambre.
“Pata de pollo y arroz con gusanos, así nos llega la comida de la caja. Estamos comiendo bazofia, no queremos más clap. Queremos que te vayas Nicolás” gritaba con fuerza.
Era tanta la impotencia de este enfermero que su tapaboca se humedecía al hablar de su pesar con sentimiento y rabia. No le tembló el pulso para llamar “dictador” a Nicolás Maduro con todas sus letras.
“No te queremos, queremos que te vayas. Deja de mentir con ese cuento del bloqueo. Porque aquí el único que está en bloqueado eres tú”.
“Basta de ver morir a nuestros pacientes en los hospitales mientras ustedes se tratan en clínicas privadas” insistía en denunciar.
Como José, decenas de enfermeras se apostaron frente a la sede del Programa de Naciones Unidas (PNUD) ubicada en Chacao. En pancartas alusivas a su clamor se leían frases como “sueldo de miseria” “aguinaldos no alcanzan ni para champú o toallas sanitarias”.
Allí nos encontramos con Jaino Mauco, enfermero con más de 20 años de servicio en la salud pública. Recientemente fue operado de urgencias, confiesa haber sentido miedo porque aunque a diario vive las penurias de la gente, le tocó padecerlas como paciente.
“No tenía como operarme. La cirugía costaba 4 mil dólares y gracias a la mano de médicos y la colaboración de mis compañeros logré sanar. Con los 3 dólares de aguinaldo que nos depositaron compre dos medicamentos y listo”.
Al preguntarle a este enfermero qué podría encontrar al abrir su nevera me dijo: Verás la Plaza Venezuela, en mi nevera solo hay agua y luz.
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¡En la calle y resteados!
La presidenta del Colegio de Enfermería de Caracas Ana Rosario Contreras gritó a viva voz “el valiente gremio de enfermería continuará en la calle, no podemos tener miedo. Miedo debe darnos saber que nuestros hijos se morirán de hambre o se contagiaran de Covid y no tendremos cómo atenderlos”.
Contreras llama a los ciudadanos a entender que un país sin salud es un completo desastre. Pidió que cada habitante de Caracas y del resto del Venezuela se sensibilicen y sepan que solo exigiendo los derechos en la calle y sin miedo puede lograrse un cambio.
“Al régimen le decimos que seguiremos en la calle”.
Desde el año 2017 el gremio de la salud ha exigido a Maduro la dotación de hospitales con insumos y medicinas. En plena pandemia la crisis puertas adentro de centros médicos es mucho más compleja porque son quiénes están en primera línea los más afectados al no tener equipos de protección.
Hasta hoy suman 231 los fallecidos del sector salud por complicaciones asociadas al COVID-19.
