La dictadura tiene más de 20 años destruyendo todos los sectores del país, esa es la explicación y la respuesta cada vez que nos damos cuenta de la decadencia en la que se encuentra Venezuela. Ahora, se propusieron aumentar las persecuciones y las torturas mediante potes de humos y pruebas falsas, para intentar – nuevamente – engañar al país, y buscar que nuestra gente vote en unas elecciones fraudulentas que solo persiguen el objetivo de saquear cada rincón de nuestra Nación sin importar la sangre derramada por nuestros hermanos.
Mentir ha formado parte de la dictadura, se han dedicado a aprobar presupuestos altísimos para mantenimientos y reparaciones a los servicios de nuestro país y hoy vemos que, ni siquiera, agua sale por los chorros de nuestros hogares.
Una muestra de la desidia, la negligencia y el robo a los fondos públicos lo podemos ver en las anegaciones que han ocurrido en Aragua, Zulia y Táchira, cientos de familias han perdido su hogar como consecuencia de años de abandono y falta de inversión en el sistema de alcantarillas, así como a los muros de contención para evitar el desbordamiento de los ríos.
Ante esta desgracia para muchas familias venezolanas, la dictadura no ha buscado la forma de ayudarlos, sino todo lo contrario, montó alcabalas en los accesos a esas comunidades afectadas para matraquear a quienes intentamos llevarles insumos para su sobrevivencia.
Es por ello que, lamentablemente, la presencia del coronavirus en el país no es el problema más grande de nosotros como venezolanos, simplemente nos ha permitido visibilizar ante el mundo que todos los problemas que tenemos nos deja en desventaja para poder prevenir el contagio y resguardar nuestras vidas.
Parte de las mentiras más grandes dichas públicamente por dictador fueron asegurar que en nuestro país no se cometían violaciones a los derechos humanos, se realizaban elecciones democráticas y se controlaba el Covid19. En principio, es importante señalar que, de acuerdo con la Encuesta de Condiciones de Vida elaborada por la Universidad Católica Andrés Bello en julio de este mismo año, nuestro país se ubica en la segunda posición de las naciones más pobres del mundo, solamente antecedido por Nigeria.
¿Cómo podría ser posible que se respeten los derechos humanos en un país que gana en promedio 0,80$ al mes? Según este mismo estudio de la Ucab, 79,3% de nuestro pueblo no tiene la posibilidad de cubrir la canasta alimentaria.
El régimen no solo miente frente al mundo, sino frente a los venezolanos que hoy siguen recurriendo a la basura para poder comer. A los mismos venezolanos que al llegar al hospital se les muere un familiar porque no hay ni insumos ni medicinas, Miente y se burla de los venezolanos que mueren por desnutrición.
Mientras el dictador dice que se respetan los derechos humanos en el país, secuestran y someten al escarnio público a periodistas y luchadores sociales como nuestro hermano Roland Carreño o asesinan a héroes y guerreros de Venezuela como lo fueron Fernando Albán, Pipo Rada, el Capitán Acosta Arévalo y muchos más.
Actualmente, no solo los representantes del Informe de Determinación de Hechos de la Organización de las Naciones Unidas y el informe de la Alta Comisionada, Michelle Bachellet, contradicen al usurpador tras haber verificado y constatado que en el país existen suficientes pruebas sobre los crímenes que han cometido contra venezolanos inocentes, sino que ahora también la Corte Penal Internacional también lo considera y abrirá la investigación pertinente contra todos los que han sido cómplices de estos delitos atroces.
También dijo que se realizaban elecciones democráticas, todo sabemos que controlan todos los poderes – excepto a la Asamblea Nacional – y por ello insisten en vender como democrático un sufragio que meses antes de anunciarlo, ya aguardan el resultado para perpetuarse en el poder. En este punto, básicamente, se centra la insistencia del régimen para llevar a cabo unas elecciones fraudulentas, con el objetivo de evitar que los diputados escogidos por nuestro pueblo sigan alzando la voz ante la injusticia y defiendan nuestra Constitución.
Referente a que “controlan el contagio”, es evidente que cuando cada venezolano abre un chorro y no sale agua, allí está la primera demostración universal de que no existe ninguna prevención posible para no condenar a nuestra gente a morir por la pandemia. Tampoco existe protección para nuestros Héroes de la Salud quienes fallecen atendiendo a sus hermanos venezolanos, así como tampoco existe ningún otro servicio público ni garantía social para responder ante una emergencia mundial como lo es el coronavirus, todo lo contrario, persiguen y acosan a los médicos que se atrevan a poner en las fichas técnicas que el paciente realmente falleció por el virus chino para evitar ocultar las cifras de mortalidad.
La dictadura se resume en crímenes en todas las índoles, en miseria, desidia, negligencia y muerte. Por este motivo debemos entender que debemos alzar la voz, debemos resistir, mantenernos de pie por nuestros hijos y familiares, así como también siempre debemos rechazar cualquier acción fraudulenta del régimen que solo busque perpetuarlo.
El 12 de diciembre en Venezuela saldrá el pueblo valiente que siempre hemos sido, en honor a quienes siempre lucharon pero que ya no están. Seguiremos firmes en nuestra lucha porque tenemos muchos más motivos para protestar, que para quedarnos en casa siendo cómplices de quienes insisten en mantenerse en el poder sobre la sangre de millones de venezolanos.