Para la CEV, el diálogo no va a funcionar mientras no haya voluntad para resolver los problemas por esa vía
Monseñor Jesús González de Zárate, presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), alertó acerca del aumento de la diáspora venezolana. “Es una realidad que muestra la gravedad de la crisis”, del país, dijo en entrevista con el Circuito Éxitos.
Destacó que, ante este fenómeno, “la CEV y la iglesia en otros países de América Latina y Europa, trabajan en proveer ayuda, asistencia material, acompañamiento y asesoría a los migrantes venezolanos”.
También dijo que se ha establecido una red de trabajo social, en el cual se comprometen las conferencias episcopales, junto a otros organismos. Todo, “Ante el maltrato contra los migrantes”.
A la CEV también manifestó angustia por lo que pasa en estados como Sucre y Delta Amacuro, donde los migrantes enfrentan otro peligro: la trata de personas.
Enfatizó en que la Diócesis de Carúpano tiene centros de atención a las personas, para evitar que se den estas situaciones. “Es importante explicar a los venezolanos que, aunque la situación pueda estar complicada en el país, existen posibilidades de poder desarrollarse. No creo que nadie quiera irse, sino que se han visto forzados”, comentó.
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No hay disposición al diálogo
Por otro lado, habló respecto al diálogo en México. Manifestó que mientras no haya voluntad para continuar con ese proceso no se puede seguir en él.
“Si no se está en disposición de hacerlo (…) si se usa solo para mantenerse en sus posiciones y distraer la atención interna, se convierte en algo ineficaz”, agregó.
Afirmó que es necesario que exista voluntad de dialogar para que exista el reconocimiento de la posición distinta que esgrime el otro y poder dar respuesta a los desafíos que se viven en el país, pero para ello tiene que haber una intencionalidad sincera para la búsqueda de soluciones.
Expresó que hay “desconfianza con este proceso” porque se ha vendido como una “negociación”. A su juicio, esto “llevaría a la población a pensar que es acuerdos a los que se lleguen solo benefician a algunos. “El diálogo es en función de la realidad del país, no solo de la dirigencia», señaló.
