La separación de Donetsk y Lugansk del territorio de Ucrania y el posterior reconocimiento por parte de Rusia a las dos nuevas naciones que protege militarmente, ha sido calificada como una invasión ilegal (la ONU es la única oenegé que puede autorizar y certificar invasiones, guerras y paces) y el inicio de la Tercera Guerra Mundial.
El despliegue de tropas que hizo Moscú para poder proteger a las recién creadas repúblicas independientes, no es una invasión. George Bush se pronunció y dijo que era una invasión-guerra no justificada porque la ONU no se la autorizó a Vladimir Putin como en su momento sí le autorizó la Guerra de Irak y la invasión a Afganistán para poder perseguir al autor de un atentado que, siempre se ha dicho, fue hecho por él mismo (por Bush).
En Ucrania se había dado un Golpe de Estado en febrero del 2014 que fue considerado legítimo y “autorizado” por contar con la bendición de Barack Obama y su vicepresidente, Joe Biden que, desde ese entonces, en compañía de su hijo Hunter, ha mantenido una relación comercial muy fluida con los ucranianos, por lo que no desató, en ese momento, ningún tipo de sanciones o represalias en contra de los usurpadores del poder, ni desató la ola de histeria colectiva que ha desatado la situación actual.
Los Teóricos de la Conspiración dicen que desde ese año (2014), Ucrania se había vuelto una versión contemporánea de Sodoma y Gomorra, y lo que está haciendo Vladimir Putin es acabar con las mafias que controlan las economías ilegales más tenebrosas del mundo, por eso, los principales promotores de la ola de histeria anti rusa son los afectados con la desaparición de sus “negocios” en Ucrania.
Una ola de histeria colectiva que ha llevado a discriminar al pueblo ruso y está fomentado el robo y el saqueo de los bienes de todos los rusos en el mundo. El mismo método salvaje del partido Nacional Socialista Obrero Alemán en la versión 5G y hecho a escala global. En Londres, una fundamentalista histérica increpó al Primer Ministro, Boris Johnson, para que le robara todos los activos a los rusos que viven en Londres. En Alemania, el gobierno de Olaf Scholz, ya le robó un yate al ruso Alisher Usmanov.
Otros, proporcional a su coeficiente intelectual, están destruyendo el vodka, el caviar, las Matrioskas, la Tabla Periódica y todo lo que sea ruso. Censuraron y sacaron del aire a los medios de comunicación Rusia Today (RT) y Sputnik por propuestas de burócratas que esperan recibir reconocimiento popular por sus actos arbitrarios. La humanidad mostrando todo su salvajismo, alentados por los periodistas de los medios de comunicación tradicionales. Aparecerán, probablemente, los neandertales que pidan que les partan las piernas a los bailarines del Ballet Bolshoi, quemen los libros de Fyodor Dostoevsky y rompan las partituras de Pyotr Tchaikovsky .
Ha sido tan grande el alcance de la histeria que hasta tocó a las altas esferas del poder que, se supone, son mucho más inteligentes que el resto de los mortales que destruyen las botellas de vodka y prohíben a los atletas rusos jugar fútbol. Promover el bloqueo de un país del sistema de pagos y compensaciones global SWIFT, lo aísla económicamente del mundo, pareciendo desconocer que, también, los promotores de esas sanciones van a ver afectado su propio flujo comercial y su propia cadena de suministros. Los países europeos, por ejemplo, van a dejar de recibir los productos y materias primas rusas como petróleo, gas y todo tipo de metales. Se pegaron un tiro en el pie.
Mientras que en Colombia, el Ultrasantista Juan José Echavarría siendo director del Banco Central colombiano (Banco de la República) vendió la mitad del oro que tenía Colombia para comprar monedas fiduciarias, en países como Rusia y China, estaban dedicados a comprar todo el oro y metales preciosos posible para reemplazar a las monedas fiduciarias como reserva de valor. Un ejemplo del efecto residual perverso de la ignorancia y de la torpeza de Juan Manuel Santos para los colombianos. Según Bloomberg, “Rusia gastó más de $40.000 millones de dólares en construir un cofre de guerra de oro en los últimos años, convirtiéndose en el mayor comprador del mundo”. El Banco Central de Rusia compra oro todos los meses desde marzo del 2015.
Sin duda, este aislamiento económico ruso, será el escenario propicio para romper la dependencia del comercio internacional del dólar americano y va a promover la aparición de las monedas digitales emitidas con respaldo en oro y otros metales preciosos. Un muy debilitado Estados Unidos gobernado por un muy débil Joe Biden, va a terminar por perder el poder económico, que ejercía desde la creación del Plan Marshall a través de su moneda, en el mundo. La aparición de un Sistema Financiero Quántico, será posible en el escenario creado por la coyuntura actual.
Un número cada vez mayor de bancos centrales, menos el de Colombia, ha comprado oro como una forma de diversificar sus activos y de romper los lazos de dependencia del dólar americano. China, anunció su apoyo a Rusia y no va a participar en el aislamiento económico contra Moscú, lo que constituirá la formación de un nuevo bloque comercial al que, con el tiempo, se le unirán otros países. Marca, además, el final de un distanciamiento histórico entre la China Popular y Rusia que se había agudizado desde el periodo de la Guerra Fría.
La llegada a Ucrania de Starlink Satellite el hardware de internet entregado por Elon Musk, dicen que va a ser el nuevo sistema de internet del mundo. El precio al alza del petróleo, está presionando para que sea reemplazado por fuentes de energía alternativas. Probablemente sea el momento para migrar a esas nuevas fuentes de energía que, dicen, van a ser gratuitas. El cuenta chistes, hoy presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky dice que CNN es el nombre más confiable en las noticias, pareciendo desconocer la realidad de la nula credibilidad y audiencia que tiene CNN en el mundo libre. La discriminación, el racismo y el supremacismo promovido desde la FIFA y del Comité Olímpico Internacional logrará la desaparición de estas entidades que la corrupción no logró destruir. Los cambios en la tecnología, en las fuentes de energía, en los medios de comunicación y en las entidades que rigen el deporte mundial, serán una realidad en el corto plazo.
El inicio de la Segunda Guerra Mundial determinó el final de la Sociedad de las Naciones. La Crisis de Ucrania es el inicio de la desaparición del Sistema de Naciones Unidas. En un acto desesperado la embajadora de los Estados Unidos dijo que no estábamos en 1919 y que no podíamos volver a la época de los grandes imperios, tratando de aferrarse a su cargo de embajadora ante una organización que tras de su desastroso papel durante la pandemia y su nula capacidad para mantener la paz en el mundo, está condenada a desaparecer en el corto plazo. “Las Naciones Unidas no sobrevivirán si Ucrania no sobrevive, no se hagan ilusiones” dijo el embajador de Ucrania ante el pleno de la ONU. Ese señor, también, la tiene clara.
Hemos vivido una Guerra de Percepciones. Los buenos los muestran como malos y los malos los muestran como muy buenos y bondadosos. La coyuntura actual, marca el inicio de un periodo de transición para la humanidad. Un gran cambio estructural ante el deterioro y decadencia de las instituciones que han regido el Orden Internacional en el último siglo. La histeria anti rusa está marcando el final de una Era.